Heraldo-Diario de Soria

Agricultura

Una tormenta seca ‘arrasa’ la cosecha en Las Vicarías

El pedrisco ‘malogra’ miles de kilos de cebada y trigo en apenas 5 minutos

La tormenta descargó con gran crudeza.-M.A.L.B.

La tormenta descargó con gran crudeza.-M.A.L.B.

Publicado por
Julio Matute
Soria

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 De repente cambió el viento «y en menos de cinco minutos el 80% del término quedó arrasado». Matías Ágreda, alcalde de Torlengua detalló así, de modo tan expresivo, la situación vivida en la comarca de Las Vicarías. «Casi todo acabó machacado en un abrir y cerrar de ojos. Miles de kilos, de cebada y trigo, cerca de 5.000, quedaron arruinados. Algo similar a lo acontecido con las leguminosas «que no se ven ya nada», precisó Ágreda.

La situación provocada «es un auténtico palo» para los propietarios de los cultivos de la zona, en especial los adscritos a Torlengua y Miñana, que sufrieron con mayor crudeza los estragos de una tormenta seca con pedrisco que terminó por destrozar las previsiones de una cosecha, la de este año, que tenía trazas de llegar a ser excepcional después de años más ingratos.

Ágreda, que atisbó el cambio de dirección de la tormenta, «que estaba entre Monteagudo y Santa María de Huerta», confirmó, en su calidad de primer edil de Torlengua, que los cuantiosos daños no solo afectaron a la parte agrícola, dado que los estragos también se pudieron apreciar en el casco urbano, donde el mobiliario, algunas persianas y distintos canalones presentan «agujeros que parecen los de un colador».

Todo ocurrió a las ocho y veinte de la tarde, un momento que algunos agricultores de la zona no olvidarán. En especial alguno que no pueda tener renovado o hecha la ampliación del seguro agrario. Algo, sin embargo, residual, según los datos que maneja Asaja, que cifra en un 95% el porcentaje de agricultores asegurados en la provincia, aunque, eso sí, con diferentes tipo de coberturas, apuntó Juan Francisco Barcones, secretario técnico de Asaja en Soria.

La propia organización agraria admite que es «sintomática» la afluencia habida de agricultores para dar parte de lo sucedido «porque si es el propio interesado el que viene supone que los daños han sido de consideración».

Tanto es así que «a pesar de que se cuenta con siete días para dar parte al seguro», las previsiones iniciales que ya se manejan hacen prever que a lo largo de hoy viernes Agroseguros, ahora con sede en Navarra para atender a toda la zona norte de España, reciba el grueso de las reclamaciones tras haberse procedido a las primeras tramitaciones por parte de los distintos agentes. Con todo ello se procederá a la estimación preliminar de los daños económicos y de las hectáreas afectadas. Tanto por el pedrisco del miércoles como por las lluvias de los días anteriores en otros puntos de la provincia.

Los efectos de la tormenta seca del miércoles no solo se sintieron en Torlengua. En Miñana, Miguel Ángel López Blasco, también coincide en el efecto devastador del episodio vivido: «En dos kilómetros y medio lo ha arrasado todo y no ha dejado nada prácticamente. Fue cuestión de minutos, sostiene.

«No ha sido mucha extensión, pero ha desaparecido todo. A mí me pilló cosechando y no hubo solución posible, porque el granizo llegó en seco», rememora López Blasco.

A la espera de una estimación más exacta, asegura que las cebadas resultaron dañadas «entre un 70 y un 90%», resultando los trigos también «muy tocados», lamenta, al tiempo que coincide con otras opiniones en cuanto a la excepcionalidad que presentaba la cosecha en curso.

El mal trago «que otros días ya habíamos salvado» permanece enquistado entre los agricultores que temen que «todavía no hayamos terminado con las tormentas y con sus efectos». Algunos de ellos, alarmantes en apariencia, como el acontecido en Santa María de Huerta.

Más allá de este grave incidente en Las Vicarías, con tierras adscritas a la comarca agraria de Gómara, Asaja cuenta con un extenso mapa provincial en el que también se han producido episodios -de distinto grado- que han afectado a municipios y cosechas.

«Hace unos días se dieron problemas en Los Rábanos, El Cubo, Ituero, con carácter muy importante, Almalail, Omeñaca y Arancón, entre otros», detallan. «También, con pedriscos, en Zayas, El Burgo, Atauta o Ágreda».

El comentario más común ayer, sin quitar el ojo del cielo, apuntaba a que «el agricultor siempre está expuesto, a merced del tiempo, y en vilo». En ocasiones solo por un fatal y repentino cambio de viento.

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