Heraldo-Diario de Soria

JUAN MANUEL RUIZ LISO. DIRECTOR DE LA FCCR Y PREMIO VALORES HUMANOS Y SORIANO SALUDABLE

«El Museo de la Dieta Mediterránea daría relevancia a Soria y serviría para enseñar»

Defensor acérrimo de una filosofía de vida sana, asegura que la Fundación Científica Caja Rural le tendrá siempre a su disposición

Juan Manuel Ruiz Liso, director de la Fundación Científica Caja Rural de Soria y premio especial Valores y Humanos y Soriano Saludable

Juan Manuel Ruiz Liso, director de la Fundación Científica Caja Rural de Soria y premio especial Valores y Humanos y Soriano SaludableMONTESEGUROFOTO

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La salud de los sorianos ha sido siempre el leit motiv de Juan Manuel Ruiz Liso (1951, calle Tejera, Soria). Lo fue cuando ejercía como anatomopatólogo, en su etapa de director del Insalud o durante los 30 años que ha estado al frente de la Fundación Científica Caja Rural de Soria, que le ha reconocido con el premio especial Valores Humanos y Soriano Saludable, que le entrega el próximo día 28. Ahora llega el momento del relevo en esta entidad pero eso no pone fin a su preocupación por la vida saludable. A Ruiz Liso, coordinador Internacional de la Dieta Mediterránea de la UNESCO, le ronda una idea desde hace tiempo, la creación de un Museo de la Dieta Mediterránea y quiere que sea en Soria, para hacer de la ciudad un auténtico referente. Gracias al incondicional respaldo de Caja Rural, al veterano defensor de la vida sana pocas cosas se le han resistido. Ahora éste es uno de sus retos, pero no el único.

Pregunta. ¿Qué continuidad quiere para la Fundación Científica Caja Rural?

Respuesta. Me conformaría con que tuviera la misma. Yo sé que es difícil porque, sin ser prepotente, creo que la persona que venga tiene el nivel alto. Pero es necesario que haya gente joven con nuevas ideas. Son muy importantes la promoción de la salud, la prevención y la predicción del bienestar, fundamentales en los tiempos que vamos a vivir. Lo que me gustaría es que el estado de bienestar al que, mejor o peor, hemos contribuido permanezca. Recuerdo desde que empecé en Soria a reducir las tasas de casos de cáncer gástrico y la hidatidosis, y dentro de lo que nosotros hayamos contribuido, yo me siento no sólo feliz sino más que satisfecho. Ahora, es un reto que ya no se puede conseguir en grandes tantos por ciento, será poco a poco. Yo pediría, en la fase que viene, que se contase con quien yo he contado muchísimo, que creo que es fundamental, los docentes de los colegios sorianos, con la Dirección Provincial de Educación. Para mí es uno de los éxitos de la Fundación. También que se acceda a los ayuntamientos que son fundamentales en la educación para la salud. Como las asociaciones de amas de casa, uno de nuestros mayores colaboradores. E igualmente, el que quiera venir y no cuente con la convergencia de los medios de comunicación de Soria se habrá equivocado. Tiene que ser una sintonía plena, donde no haya desconfianza, que se sepa que lo estás diciendo se ajusta a la verdad, que no es político lo que estás haciendo. El estar sin marcar tu personalidad y tu pensamiento es muy importante. Una persona que fue presidente de Caja Rural en 1982, cuando creé el servicio de diagnóstico precoz de cáncer ginecológico, me dijo, no se te ocurra meterte en política, si lo haces habrás estropeado todo lo que estás haciendo en la promoción de la salud. Sé tú mismo y no por indicación de ningún partido.

P. ¿Ve relevo? ¿Cómo ha de ser?

R. Como me ha pillado tan de sorpresa... Pero lo primero que ha de tener es ilusión, convergencia con la presidencia y la dirección. Saber que lo que está haciendo es por Soria, que sea un trabajo integral en pro de la salud, y algo muy importante es que ha de transmitir conocimiento y credibilidad, como la que hemos tenido hasta ahora. Que cuando se hable de la Fundación sea como me decían en un pueblo, que los políticos vienen a por el voto, los bancos a por el dinero y únicamente quien está viniendo a darnos algo es la Fundación Científica de Caja Rural.

P. ¿Cómo va a ser la transición?

R. Me han pedido que siga formando parte del patronato de la Fundación. Yo sé que el 31 de diciembre voy a dejar de ser el director de la FCCR, que va a haber una fundación única con una serie de áreas, la agroganadera, de salud y bienestar, el área de la Cátedra de Conocimiento y otra donde estén las asociaciones como Alzheimer, Parkinson, las deportivas... Pero no sé más. A mí Caja Rural, a través de la nueva fundación me va a tener a su disposición siempre, porque yo me he sentido muy a gusto. Mi obligación y mi dedicación es devolver también toda esta satisfacción y todas estas posibilidades que he tenido para generar mis ideas en el campo de la salud, para seguir ayudando.

P. Se abre una nueva etapa, ¿qué proyectos tiene?

R. Igual que he hecho la historiografía de los hospitales y de los médicos sorianos, probablemente haga, con tiempo, una historia de Soria del último siglo. Es un reto para un par de años. Por otro lado, seguiré con mi compromiso con la dieta mediterránea, porque me han convocado para la reunión internacional de la dieta mediterránea, en Portugal, aunque no podré ir porque es el día en que recibo el premio de la Fundación. Y tengo otro compromiso con la Unesco de París, que vamos a hacer un vídeo de la dieta mediterránea en Soria, de cómo se ha desarrollado. Eso a corto plazo. Y quiero hacer un proyecto de diseño con mi nieta Inés, la que me dibuja las portadas. Algo que quiero hacer con ella, que mezcla su facilidad para el dibujo con la medicina que yo he desarrollado. También tengo novelas y ensayos a medio empezar y a lo mejor los termino. La cabeza va a estar activa. Y el cuerpo, porque una de las cosas que no puedo dejar es el gimnasio diario. Porque la dieta mediterránea no es sólo alimentación, es un estilo de vida.

P. También tenía un proyecto del museo de la dieta mediterránea.

R. Voy a seguir dando la vara y no lo he abandonado. Creo que se equivocan si no lo hacen. Daría a Soria relevancia. Yo lo he hablado con algunos políticos y estaría dispuesto a estar al frente, a crearlo, sin ninguna compensación económica, simplemente ver desarrollado algo basado en el decálogo de la dieta mediterránea. Soria forma parte de la comunidad emblemática de la dieta mediterránea y tendría el museo que representa la dieta mediterránea en España.

P. ¿Dónde ve ubicado ese museo?

R. Lo había visto en el antiguo Banco de España, pero creo que hay otros sitios, el caso es hacerlo. Lo tengo en la cabeza. Sería un museo con 200 metros cuadrados, con diez áreas, interactivo, donde incluso se podría tener una parte de tienda con los productos de la dieta mediterránea de Soria. Sería la forma de compensar gastos y revertir ese dinero para poder seguir. Y a través del museo organizar actos desde el punto de vista de la dieta mediterránea. Por otro lado, algo que también me gustaría es que todas las comunidades de vecinos tuvieran su desfibrilador. Son menos de mil euros. Y que dos o tres vecinos hicieran el curso de resurrección cardiopulmonar.

P. Ha trabajado como director del Insalud, como médico en el hospital, ha hecho mucho por la salud de los sorianos, ¿cómo ve la sanidad soriana actualmente?

R. Creo que han mejorado los recursos, los medios, pero esto va muy despacio. La reforma del Hospital Santa Bárbara la empezamos a diseñar cuando yo era director provincial, los últimos años de la década de los 90 del siglo pasado. Han pasado 25 años y todavía no está hecho. Es lo que me duele, que haya ido tan despacio. Fue cuando yo dimití de director del Insalud, porque la administración central me engañó. Me mandó el dossier de lo que iba a ser la asistencia sanitaria urgente en la provincia, que habíamos estado preparando tres meses, pero incluyendo pueblos de otras provincias. Lo que ocurría es que unos días después se hicieron las transferencias sanitarias. Un funcionario de Madrid me reconoció que no se quería hacer el proyecto de Soria, y así les tocaba a los siguientes. La dignidad ante todo, y por eso dimití. Volviendo a la situación actual, veo que no hay médicos. El Colegio Oficial está buscando incluso a nivel internacional, pero no hay. Y esto me recuerda a cuando me encargaron el Centro de Investigación de los Alimentos, que estuve yendo a Madrid para conseguir que se hiciera aquí, y hubo algo que me dolió mucho, me dijeron que quién iba a querer venir a Soria. Conseguí 40 investigadores que querían venir. Yo quería que fuera un centro nacional de nutrigenética y nutrigenómica, hasta que llegó un subdelegado del Gobierno que dijo que yo buscaba otra cosa.

P. ¿Qué soluciones ve para la falta de médicos en Soria?

R. Mientras no se prime a los médicos para que quieran venir con una sobreprima... Como pasa en las islas, con un tanto por ciento de salario equivalente a un 50%, para que les pueda merecer la pena el vivir aquí, y que puedan mandar a sus hijos a estudiar fuera sabiendo que tienen el respaldo económico, por ejemplo. Eso es lo que tienen que hacer en Soria, si no, vamos a tener gente que viene, que no digo que sean malos, de Sudamérica o el Este de Europa a trabajar aquí, mientras los españoles, en los que se gasta el dinero en formación, se marchan, en las condiciones actuales, a países como Inglaterra donde les pagan más. Para estar en Soria, son necesarios una serie de incentivos, económicos y profesionales, que se contabiliza con determinados puntos a la hora de la promoción profesional, pues que se multiplique por dos por haber estado en Soria. Habría que empezar por ahí, y si no, desgraciadamente esto va a ir a peor. Y hay otra cuestión. Yo conozco profesionales extraordinarios, muy bien formados, de Sudamérica pero el Gobierno no los homologa, y así llevan años. Hay un tapón que se podría solucionar.

P. ¿Si tuviera que elegir tres momentos de estas tres décadas, con qué se queda?

R. Los desayunos de la dieta mediterránea con los escolares el primero. El segundo, cuando el profesor Santiago Grisolía me convocó para formar parte del jurado internacional de los premios Rey Jaime I, compuesto por 22 premios Nobel y mi voto valía lo mismo. Allí fue donde, a nivel internacional, estuve explicando qué era Soria. También apareció por allí el duque de Soria y le estaban preguntando, así que me dijo, explícales cosas de Soria y lo que estás haciendo. Y el tercer momento fue cuando Benito Serrano y el Ayuntamiento de Golmayo, después de hacer la Ciudad de la Dieta Mediterránea, me dedican un bosque saludable allí. Ese momento lo comparto con el premio Numancia del Heraldo-Diario de Soria, porque me votaron de todos los estamentos, de todos los colores y condiciones, de forma unánime. Me sentí feliz. Mis nietos vieron la entrega del premio por streaming y lo que me gustaría es que ellos vieran que el trabajo da satisfacciones y hay que seguir trabajando y teniendo la mente ocupada. Sería el mejor legado que les podría transmitir.

P. ¿La dieta mediterránea está en peligro?

R. Sí, no sólo por la comida rápida y precocinada, también porque se promocionan como productos de la dieta mediterránea alimentos que no lo son. Todo alimento que no promueva la salud no es dieta mediterránea. Y además, puedes hacer dieta mediterránea pero si luego te quedas en el sofá, no haces ejercicio, no te beneficias del medio ambiente, no caminas, no disfrutas del patrimonio... Dieta viene del griego díaita, que es régimen de vida, y mediterránea, en medio de la tierra. La verdadera dieta mediterránea, que tiene ese marchamo, con productos de cercanía, es la del centro de España, la que tenemos en Castilla y León, Castilla La Mancha y en Soria. No hay que irse al mar. Hay muchos intereses, de grandes marcas. Se están vendiendo productos transformados, difundiendo como mediterráneos productos con una carga de grasas saturadas y de hidratos de carbono muy elevada. Es un pecado que lo vamos a pagar con las nuevas generaciones. Por eso insisto en el Museo de la Dieta Mediterránea, para enseñar. Yo me comprometo, gratuitamente, a estar allí, a explicar y formar. Y me gustaría recuperar los desayunos escolares.

P. ¿Eso es lo que está faltando, la educación de las nuevas generaciones, que prefieren una hamburguesa al bocadillo de jamón?

R. Ojo, que el jamón es dieta mediterránea porque es magro. En el caso del torrezno, un producto que lleva mucha grasa, si evitas que esté mucho tiempo en tu organismo, sólo unas horas, evitas que haya carcinógenos en el intestino. Puedes comerlo con productos ricos en fibra, por eso digo que el torrezno unido al cardo rojo de Ágreda, a la borraja u otros productos de la dieta mediterránea, lo que hacen es una gestión intestinal extraordinaria. Volviendo a tu pregunta, a mí me gustaría recuperar los desayunos escolares. Dar cursos de formación a profesores para que lo trasladaran a su vez.

P. Los desfibriladores instalados por la Fundación Científica Caja Rural han permitido salvar la vida de 14 personas, ¿hay interés desde fuera por acoger el modelo de Soria Cardioprotegida?

R. Sí, ya está haciéndose en muchos sitios, aunque a nivel de empresas o instituciones. Nosotros tenemos más de 200 desfibriladores en Soria, y otros 40 que se van a poner. Lo que no sé es si hay interés en formar, porque si no ni se atreven, a pesar de ser semiautomáticos. Yo es de las cosas que también me siento muy orgulloso. Esto empezó en 2007 porque mi hijo mayor, el cardiólogo, me dijo, en la Fundación estás haciendo mucha teoría, pero mejor más práctica. Y fue su idea, utilizar los cajeros automáticos de la Caja Rural como lugares de cardioprotección, porque además las cámaras vigilan que se esté haciendo bien. Empezamos con siete desfibriladores y son más de 200. Y como todo lo que he pedido que quería hacer, desde la dirección me han dicho, adelante... Es la mejor inversión que ha hecho Caja Rural.

P. Renovarse o morir, ¿qué opina?

R. Yo creo que sí, porque la monotonía rompe la vitalidad. Me da mucha pena compañeros que no han preparado la jubilación y no les veo bien. Hay que prepararse unos cinco o seis años antes, pensar en dedicarte a una ONG, a escribir, a ir al gimnasio. Lo que no puede ser es que el día de cada uno sea una rutina. Es lo peor que puede haber. Es necesario que cada día te traiga ilusiones, acciones, y que no te veas entorpecido. A las manecillas del reloj no le puedes dar marcha atrás. Que hubiera hecho cosas distintas, pues no sé, he hecho lo que me pedía el cuerpo en cada momento, a pesar de que me digan que soy un verso suelto, que he hecho siempre lo que he querido, pero si no hubiera sido un verso suelto me habría dedicado a la política, para obedecer. Recuerdo que cuando dimití del Insalud, Andrés Medina, un médico que hacía las listas del PP, me dijo un día por la calle, ¿tú sabes lo que has hecho, que has enterrado tu vida políticamente? Que no iba a poder aspirar políticamente a nada y le contesté que nunca lo he pretendido.

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