Soria cumple con el Catapán y mira a la siguiente cita de San Juan 2025: el Desencajonamiento

La charanga de la mañana en El Collado ya anunciaba lo que se venía: el comienzo de las fiestas con el Catapán y el arrastre de las multitudes en una Soria en fiestas y enardecida. Una fecha ansiada en el calendario, el primer domingo de mayo, con las asambleas de las Cuadrillas y el relevo al frente de los barrios. Un momento para una breve recapitulación y el instante en el que el pueblo decide seguir con las tradiciones. Es el ‘sí’ a las fiestas tras las pregunta ritual de si los vecinos desean que haya fiestas este año en la Cuadrilla. La afirmación a voz alzada ensordece los locales, los doce puntos donde en la tarde ‘se cuece’ el inicio de las fiestas con el arranque del calendario en pos de los cinco días mágicos, previas las celebraciones en el monte y el oficioso pero no por ello menos esperado Desencajonamiento.

Las escenas en las diferentes demarcaciones son similares, con la llegada de los jurados salientes con todos los emblemas de la Cuadrilla y el santo. Saludo con los entrantes y el público que comienza a arremolinarse en el interior para asistir a la memorable escena. Como marca la Ordenanza, se lee el acta del Sábado Agés (con su ristra de adquisiciones en la subasta y desorbitadas cantidades en algunas ocasiones, saludadas por el público con admiración y sorna) y las cuentas, que se aprueban. Jurados salientes que muestran su gratitud y entregan los emblemas de la Cuadrilla a los entrantes: cartel, bastón, libro y santo titular. Y el garrafón de vino en señal de buena vecindad. Tras la pregunta, otro momento ‘serio’ y de organización, asambleario, el nombramiento de los cargos de confianza y quienes se animan entre el público, recibidos entre aplausos. Los jurados entrantes pueden mostrar su gratitud, pedir la benevolencia por los posibles fallos y animar a la participación, con el ofrecimiento de las puertas abiertas en la Cuadrilla. También, en su caso, se pide permiso para aplicar el recargo del IPC si es necesario en la ‘cuota’ resultante.

Mucha gente joven en las calles, también mucha gente madura. Y mucha curiosidad desde las ventanas en los compases iniciales, con las asambleas. Estas dan paso al Catapán tras los ¡viva! a la Cuadrilla, San Juan y Soria. ‘Que suene la música y corra la bota’ es la orden previa al reparto del pan, el bacalao, el queso... y el vino en el pellejo que distribuyen cargos y entusiastas colaboradores.

Se inicia así el ritual que llevará a muchos a deambular de local en local para probar el vino de la Cuadrilla, saludar a los jurados, estar con los amigos, participar en suma en unos sanjuanes que serán apoteósicos y que este año no han sufrido la incógnita del goteo de voluntarios para ser jurados, con todas las ‘plazas’ ocupadas desde la reunión de enero.

La próxima cita, el oficioso Desencajonamiento con la llegada de los novillos, con estancia doble en la plaza de toros y en el monte.