La historia del alcalde y el maestro asesinados en un pueblo deshabitado de Soria en el 36
La asociación memorialista Recuerdo y Dignidad, familiares y amigos colocan por tercera vez una placa en su recuerdo, tras la vandalización de las dos anteriores
La historia de Antonio Cabrero Santamaría y de Valentín Llorente Benito escribe en este primer cuarto del siglo XXI otro capítulo. Esperemos que la colocada este reciente 28 de diciembre de 2024, sea la última placa que se pone en recuerdo de ambos, asesinados en 1936 y enterrados en una fosa común en un despoblado de Soria, Fuentebella, en Tierras Altas: las anteriores han sido vandalizadas. El primero era alcalde de un pueblo de Navarra y el segundo, maestro. Los dos se encontraron en Acrijos en julio de 1936, año en que comenzó la Guerra Civil. La fosa común con sus restos se cree que está en un barranco, pero no se ha hallado.
Esta es su historia y el resumen de la jornada en que familiares, amigos y Recuerdo y Dignidad colocaron una placa en su memoria por tercera vez. La asociación memorialista es quien posibilita el siguiente relato.
Asesinato de Antonio y Valentín
"En julio de 1936, Antonio Cabrero Santamaría, alcalde de Pitillas en Navarra, se dirige a Acrijos buscando el apoyo de unas amistades huyendo de las amenazas de muerte. En el trayecto a esta población, coincide con el maestro Valentín Llorente Benito, el cual se encontraba en similar situación.
En su estancia en Acrijos son escondidos en un corral cercano al pueblo. Allí permanecen durante más de un mes siendo asistidos por algunos pastores y vecinos. Hubo registros amenazantes en varias casas y les aconsejan que abandonen el municipio".
Los huidos se trasladan al hoy despoblado Fuentebella, también en las Tierras Altas de Soria, donde están unos días escondidos en un corral mientras reciben la ayuda de un cabrero. Mientras tanto, comunican al alcalde de Fuentebella que tienen que buscar a los “huidos” y matarlos. "Tras amenazar al padre del cabrero, consiguen que les lleve donde estaban, y son asesinados y enterrados los dos juntos en una fosa común".
Búsqueda de la fosa
La familia de Antonio Cabrero lleva buscándolo desde 1936, tanto su mujer, como su hijo mayor y sus nietos. Desde 2005 personas de la zona ayudan a los nietos y bajan al lugar de los hechos, continuando la investigación. Es en 2013, con financiación del Gobierno de Navarra, cuando se hace un último intento por encontrar la fosa común que alberga sus restos, aunque el resultado fue infructuoso.
La familia recoge las impresiones de su búsqueda de tantos años en el blog La Vara de la Libertad (lavaradelalibertad.blogspot.com.es/). La historia de estos dos desaparecidos se recoge en el libro La Vara de la Libertad, de la escritora soriana Isabel Goig Soler.
Jornada de recuerdo y colocación de nueva placa
"El 28 de diciembre de 2024 un radiante sol de invierno acompañó al grupo de personas que se desplazaron juntas para colocar, por tercera vez, la placa de homenaje a estos dos civiles asesinados en el barranco situado a los pies del monolito donde está la placa", suscribe la asociación Recuerdo y Dignidad.
El punto de encuentro fue en Sarnago, desde donde los participantes se trasladaron hasta el lugar que la carretera permite acceder con un vehículo convencional. Un pequeño paseo les condujo al monolito.
"Una vez en el lugar, el equipo encargado de la instalación de la placa se puso manos a la obra, mientras que Ander, el nieto de Antonio Cabrero, nos explicaba dónde se ubica aproximadamente la fosa, ya que aún no se ha podido encontrar. Es una tarea complicada debido al difícil acceso a la zona, que yace al fondo de un barranco y a varios kilómetros de cualquier pista forestal de acceso, por lo que cualquier tipo de trabajo debe ser llevado a cabo sin maquinaria".
El grupo de la asociación que está investigando el caso estuvo compartiendo con el nieto de Antonio Cabrero informaciones y averiguaciones respecto a la fosa, para que en los próximos meses se puedan realizar búsquedas exhaustivas en el entorno en el que los testimonios la sitúan.
El fin de la colocación de la placa estuvo acompañado de aplausos y de la narración de la historia de Antonio y Valentín, "no sólo su huida y su terrible desenlace, sino la búsqueda incansable de su familia".
Aniversario de la asociación
La voluntaria de la asociación que ha diseñado las postales por el 20 aniversario de Recuerdo y Dignidad, Olga Latorre Cristóbal, contó su proceso de ideación y realización, y entregó un ejemplar a cada persona que asistió al acto, convirtiéndolo así en el primer evento de difusión de las mismas. Además, entregó un clavel a cada persona, para el homenaje final a Antonio y Valentín.
La música de ‘La vara de la libertad’, una jota que compuso el pueblo de Pitillas ensalzando la dignidad como alcalde de Antonio Cabrero, se unió al homenaje en el que cada persona fue colocando su clavel a los pies del monolito.
La jota, anónima, ha sido interpretada por varios grupos de música. Aparece, por ejemplo, en el disco de Paco Marín ‘Sentimientos en crudo’. "Sonó de nuevo para que la conociéramos las personas asistentes, pero también para que llegara hasta ellos, hasta Antonio y Valentín", rememora el colectivo. Claveles y una foto del grupo que participó en este emotivo acto sirvió para homenajear a Antonio y Valentín, "y para mostrar que nunca dejaremos de recordarles, de recolocar la placa las veces que haga falta, y que continuaremos buscando su fosa".
Denuncia ante la Guardia Civil
En mayo de 2024 Recuerdo y Dignidad interpuso una denuncia ante la Guardia Civil, por delito de odio, por la vandalización del lugar de memoria a civiles asesinados "por defender la libertad y la democracia y con la clara intención de que no se conozca su historia ni por qué fueron asesinados".
La Guardia Civil ha realizado las gestiones pertinentes para identificar a quienes llevaron a cabo la vandalización utilizando los medios a su alcance.