Apagón telefónico: trece pueblos de la comarca de Tiermes, en Soria, están sin móvil ni Internet desde hace una semana

Antena repetidora en la provincia.
"Por ser pocos no dejamos de tener derechos". Los vecinos de una decena de pueblos de Soria sienten que los han perdido. Habitantes de hasta 13 poblaciones de la comarca de Tiermes, en la provincia de Soria llevan una semana sin teléfono ni Internet. "Llevamos con esta situación desde el martes de la semana pasada, ni podemos llamar ni conectarnos a Internet", asegura uno de los afectados.
El problema afecta a los siguientes pueblos, todos ellos situados en este zona del suroeste de Soria, cerca ya de las provincias de Segovia y Guadajalara: Montejo, Carrascosa de Arriba, Tarancueña, Valderromán, Valvenedizo, Cañicera, Castro, Losana, Peralejo de los Escuderos, Manzanares, Pedro, Rebollosa de Pedro y Sotillos de Caracena.
"Una situación así no ha pasado nunca. Sabemos dónde estamos... A veces se ha ido un día, pero al siguiente lo han solucionado", comenta Manolo de Pablo, concejal de Montejo de Tiermes, y dirigente de la Venta de Tiermes. Este establecimiento hostelero se encuentra cerca del yacimiento de Tiermes y del Museo -adscrito como filial al Museo Numantino y gestionados ambos por la Junta- y da servicio a los turistas que se acercan a la comarca.
Vecinos y el propio concejal han llamado a la compañía, Movistar, sin éxito a hora de solucionar el problema, que también han trasladado a la Diputación, la Subdelegación del Gobierno y la Junta.
De Pablo desconoce la causa de este apagón telefónico que, sostiene, no ha sido causa de una tormenta -como ocurrió recientemente en Montenegro de Cameros-. "El teléfono se fue el martes (en referencia al día 10) y cuando hubo una tormenta fuerte fue el jueves, así que no creo que haya sido por eso, pero no lo puedo asegurar. Nadie nos ha dicho nada", añade.
El hostelero se queja del perjuicio que la situación causa en el vecindario y el daño que provoca asimismo en la hostelería y el turismo. "Hay gente que estaba alojada y se ha ido antes de lo previsto", apunta. Eso, sin contar con las reservas que no entran ni los contactos que se pierden por falta de Internet. "Si alguien se pone enfermo, ¿cómo llamas? Porque fijos ya no hay". La respuesta, en el aire; la solución al problema, también.