Luis Miguel Menéndez García
«Tengo un Caballito de Soria de la suerte: le ponemos un numerito de lotería y se agota»
Dicen que a Soria le gusta la suerte. O viceversa, que es la suerte que por estas fechas, y otras, pone sus ojos en Soria. Sea como fuere, no tiene la fortuna aspecto de bruja, ni de trébol, ni siquiera de San Pancracio, sino de caballo. Hablamos con Luis Miguel desde la Administración más joven de la provincia del compartir, la ilusión, de la magia... Y nos confirma otro 22 de diciembre más que lo importante no es cuestión de azar. Ahora bien, por si acaso no perdamos de vista las bolitas del bombo

Luis Miguel Menéndez García, ya a la espera del sorteo de la Lotería de Navidad.
Pregunta.– Oiga, ¿de verdad lo que más importa es compartir?
R. Por supuesto que lo que más importa es compartir. Es lo más bonito que hay. Eso está claro. Primero la alegría que da que te toque y luego que lo compartas con tu gente. Eso es maravilloso.
P. ¿Qué comparte usted en la cotidianidad?
R. Mi felicidad, mis ganas de vivir, mi alegría. Comparto esas cosas que no se pueden tocar. Soy muy risueño; me gustan mis amigos y mi familia.
P. ¿Qué miga tiene vender lotería que no tenga otro establecimiento?
R. Lo más particular que tiene vender lotería es la ilusión con la que la gente la compra. Y que cuando la compran dicen 'venga, nos vemos el día 22 aquí para celebrarlo'. Todo eso. La lotería te la compran. Hay que trabajar, sí, pero realmente la lotería te la compran, no hay que venderla.
P. Una estampa del comprador.
R. Es que la mayor estampa es la ilusión. Después, hay muchas. Mira, tengo a un ertzaina que se lleva su número de placa, que es el que tenemos nosotros fijos. Este año ha venido una persona de Barcelona a por un número, que solo lo podía comprar en ventanilla y vino de ex profeso.
La gente sueña con números y los pide. Hay varios de esos. Luego este año me han llamado de administraciones de Valencia a pedirme números. Ayer (por el martes 17 de diciembre) envíe un décimo. Y era solo uno, pero iba a Picaña, el centro de la DANA; otro a Paiporta y más a Valencia.

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P. ¿Cuántas veces le ha tocado a usted la lotería?
R. ... Ninguna. (No me lo creo). Sí, una vez me tocó. Y la ilusión nunca, nunca la pierdo.
P. Hábleme de los amuletos.
R. Siempre están los santos, los tréboles de cuatro hojas, que lleva mucha gente y poco más. (¿Qué tiene usted?). Muchas brujitas, el muérdago y nuestro caballito. Nosotros tenemos nuestro caballito de la suerte, precioso, que nos hizo Ferrus, en el que se ven los Arcos de San Juan de Duero y San Saturio. Todos los años le ponemos un numerito de la suerte y siempre se agota. Es el caballito de Soria y es precioso, único. (Y de la suerte). Como la bruja de Sort. Le tenemos fe y le ponemos siempre un número. La gente en cuanto lo ve, lo compra.
P. ¿Por qué sí o no se considera un hombre afortunado?
R. ¡Buf! Soy afortunado en muchísimas cosas. Por la familia que tengo, por los amigos, por el trabajo. Soy afortunado totalmente. La lotería es un segundo plano. Ser afortunado es tener salud, familia y poco más, trabajo también. Es lo tópico, pero es así. Un chaval de 20 años igual no piensa eso, pero llegando a una edad ves que lo fundamental en esta vida es eso.
P. ¿Y cómo dice que bendice a sus décimos?
R. Los tengo en un sobrecito guardados. Y ahí los tengo, nada más. (Otro topicazo... ¿qué haría usted si le tocara?) Repartir, repartir. Conversando el otro día con mi mujer decía 'si a todos los que les tocara la lotería dieran-diéramos la mitad a esta gente de la DANA seguramente que les solucionábamos la vida'.
P. Ya, como si repartir fuera fácil.
R. No lo es. Es bonito pensarlo antes de que te toque, pero una vez que te toca, y la gente ve lo que tiene, ya no es tan fácil. Creo que cuando tienes, la gente de por sí se vuelve un poquito más egoísta.
P. ¿Por qué Soria Mágica?
R. Eso fue mi socio y acertó. Es un nombre pegadizo y bonito. Soria, por Soria, y mágica por la magia de la Navidad y el sorteo.
P. Y por la magia de Soria, que se lo juega todo.
R. En Soria ha habido mucha suerte. La cantidad de números que se venden en Soria, comparado con el resto de España, es alta. Son 100.000 números los que hay en el bombo y en Soria se puede vender ¿cuánto, un 2%? En Soria ha tocado muchas veces y eso es suerte. No es que compremos; es suerte y si se compra es porque ha tocado muchas veces.
P. ¿Suerte Soria?
R. No, no, no. Hablamos de suerte en la lotería, porque somos pequeños para todo. Somos chiquititos para todo, pero a la Lotería tenemos suerte. Tenemos poquita voz, pero muchísima suerte y además Soria es muy bonita. La gente está viniendo mucho para acá y viendo todo lo bonito que tenemos en la provincia.
P. ¿Y por qué se juega tanto?
R. Porque ha tocado muchas veces. Eso es así y es realista. La gente piensa que va a volver a tocar. A ver, a todo el mundo no le ha tocado, pero hay a gente que le ha tocado cinco veces y la hay que a ninguna. (¡Cinco veces!). Sí, conozco a más de uno, sí.
P. Dice alguien que conozco que la auténtica buena suerte es voluntad de trabajo.
R. Por supuesto que sí. Pero para eso debe haber trabajo y riqueza.
P. Mitificamos la fortuna y quizá no importe tanto...
R. Yo le doy importancia al día a día, a ser constante, a ser trabajador. La suerte si viene, bien; y si no, lo que decíamos antes, lo esencial es la salud y si tenemos un poquito de suerte, bienvenida sea. Y ya está.
P. Ahora va y me dice que si le toca se retira. La culpa la tienen dos décimos.
R. Dos décimos es mucha suerte. (Venga, uno). Lo primero, celebrarlo. Con mis amigos y mi familia: una buena comida, algún capricho para mis hijos y mi mujer, algún viaje... Disfrutarlo, lo último que haría es meterlo al banco para el día de mañana. Yo soy de disfrutar el dinero, disfrutarlo en vida, tener salud y cuando me jubile, Dios dirá. Disfrutar día a día.
P. ¿Seguiría trabajando?
R. Con un décimo sí, pero ya más relajado.
P. Un consejo lotero de la Administración más joven de la provincia, la de Camaretas.
R. Amabilidad. Ser amable. Ser amable con el cliente; si no, esto no funciona. Mis clientes son primordiales y tengo muy buenos clientes. (¿Alguno pide que se fíe?). Sí, claro. Los hay que no tienen para adelantar lotería. Les hago, por así decirlo, un préstamo, les adelanto cinco series de Navidad, por ejemplo; me firman un documento como que yo les dejo tanto dinero. A algún cliente, no a todos.
Y sí, somos la Administración más joven, vamos camino de los 14 años.
P. ¿Madruga el domingo 22?
R. Pues mira, este año es el primero que no voy a abrir la administración por la mañana. Pero si toca, subiré claro. Por la tarde, sí. Es domingo, pero abriremos por la tarde. Pero hay una tradición que tenemos con un cliente que nos invita siempre a almorzar el día de la lotería. Todos los años, el día 22 nos invita a almorzar, huevos fritos con callos. No voy a decir quién es, pero sí, eso almorzamos.