Heraldo-Diario de Soria

C.D. NUMANCIA

Empate y gracias

Munir sostiene a un mal Numancia que acabó el partido con nueve jugadores

El numantino Escassi en un salto con Edgar Hernández, el delantero centro del Reus.-Área 11

El numantino Escassi en un salto con Edgar Hernández, el delantero centro del Reus.-Área 11

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Área 11 / Reus
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Cuatro partidos, tres puntos. O si se prefiere, invictos a domicilio que suena más hermoso. El Numancia sacó un sufrido punto de Reus, en un partido plomizo, gris, espeso, típico de estos arranques de temporada y donde una injusta expulsión de Regalón cuando el Numancia mandaba en el marcador mediado el segundo acto pesó en exceso. Igualaron los catalanes a renglón seguido e incluso los puntos pudieron quedarse en Reus, pero el encuentro se afeó en diez minutos finales bronquísimos y al final las tablas quedan en todo lo alto. El Numancia acabó con nueve, pero con un punto más en la mochila.

Oda al aburrimiento en un primer periodo plomizo, con un Numancia que se defendió con orden ante los ataques de un Reus Deportiu que tuvo más la posesión, pero con escasa visibilidad atacante. Por parte soriana, intentos muy tímidos y la convicción de que se quería al menos llegar al descanso con el cero a cero en todo lo alto, lo que se consiguió.

El primer y casi único aviso de los sorianos fue la primera oportunidad del encuentro, a los nueve minutos, cuando Manu pifió un remate a la media vuelta en buena posición y el cuero le llegó a Edgar Badia. Respondían los tarraconenses con un balón en largo al que respondió bien Munir saliendo de su área para despejar con la testa.

El Reus se hizo con los mandos en la medular, y Miramón ponía a prueba al arquero soriano con un zapatazo raso desde la frontal. Las oportunidades eran rojinegras, con buenas respuestas de Munir, de largo el mejor del Numancia en estos 45 iniciales, a sendos disparos de Ramón Folch y Edgar, si bien este último, un testarazo a bocajarro, fue anulado por fuera por juego.

La segunda aproximación del Numancia también fue anulada por el colegiado Gorostegui al entender posición antirreglamentaria de Acuña, quien no llegó a un centro de Marc Mateu que se envenenó hasta dar en el travesaño por la parte superior. Tras esta acción visitante, de las escasas llegadas con sentido de losde Arrasate, la mejor oportunidad reusense llegaba a los 41 minutos tras una espléndida jugada individual de Jorge Díaz, entrando por la diestra y disparando a pierna cambiada. Cuando el balón buscaba la escuadra, Munir sacó una mano prodigiosa despejando a córner en la acción más vistosa de un primer periodo que moría sin que el marcador se alterara.

Arrancó inmejorablemente el segundo acto. El primer acercamiento del Numancia acababa en falta en la frontal, apenas a dos metros de la línea del área, y se mascaba el peligro. No en vano, pues el guante de Julio Álvarez la puso en la escuadra y aunque otro guante, el del meta Edgar Badia, despejaba en primera instancia, el balón quedó muerto y Unai Medina, el más rápido y listo, machacó a las mallas. Cero a uno.

A partir de ahí, los de Jagoba Arrasate se pertrecharon en su parcela buscando algún contragolpe afortunado, pero el encuentro quedó en manos rojinegras. Por el costado izquierdo de su ataque los tarraconenses hallaron un filón, forzando penetraciones y acciones de riesgo como un zapatazo de Fran Carbia en semivolea a los 62 minutos que sacaba un inspirado Munir. A renglón seguido, jugada clave: Regalón cometía una falta, sí, pero normal y corriente. Se envalentonó Gorostegui y sacó la segunda amarilla al central numantino, dejando al equipo con diez. Injusta decisión.

Arrasate sacaba velozmente a Pedraza por Manu, pero el Reus estaba lanzado y a los dos minutos empataba. Centro desde la izquierda de Fran Cabria, Munir que no ataja y Ricardo Vaz, en frontal de área chica, cruza a las mallas. Uno a uno y vuelta a empezar.

Los dos banquillos buscaban ya refresco en los cambios, y el Numancia creaba su mejor oportunidad en un zapatazo desde la frontal de Íñigo Pérez que salía fuera por muy poco. Pero el acoso era mayoritariamente del Reus Deportiu, con más posesión y más llegada pero estrellándose en la solidez defensiva soriana y en un inspirado Munir.

En los minutos finales el partido se afeó, con muchas faltas y brusquedades que degeneraron en un carrusel de amonestaciones. En un salto con un rival, Pablo Valcarce metió el codo con excesiva contundencia y vio la roja,.dejando al Numancia con nueve en los dos minutos finales. Nada varió, y al final el punto en cada casillero supone una recompensa habitual en el vergel de empates que es la Liga 1, 2, 3. Tres lleva el Numancia, precisamente.

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