«La cuesta arriba para las empresas de muebles ha acabado»

Alberto Abad rige con optimismo una de las localidades de la comarca de Pinares, Duruelo de la Sierra, recientemente galardonada por la Diputación de Soria con el Premio Provincial de Turismo. La pérdida progresiva de vecinos mantiene al alcalde en jaque, buscando posibles soluciones y proyectos que conlleven la llegada de nuevos pobladores. El turismo de naturaleza y las industrias vinculadas a la madera, materia prima existente en la zona, parecen dos de las opciones más acertadas para lograr el objetivo.

Pregunta.- Se ha cumplido ya la primera mitad de la legislatura. ¿Qué balance hace de estos dos primeros años?

Respuesta.- El balance es positivo porque del programa que llevábamos hemos ejecutado en torno al 80% y también hemos hecho otras cosas que no estaban en el programa. Destacan el vallado de Castroviejo, la apertura de la caseta de turismo con un operario para divulgar la información del municipio, hemos creado la marcha de BTT, se ha procedido a renovar el alumbrado en el pueblo, se ha cambiado el camión de bomberos, el polideportivo lo hemos adecuado con 36.000 euros porque tenía goteras, hemos actualizado los GR y PR, hemos incrementado la zona del parque infantil, hemos impermeabilizado y hemos hecho la playa de la piscina infantil, que tenía una fuga de alrededor del 20% todos los días, hemos creado el Día de las Asociaciones, hemos hecho actuaciones en los ríos Duero y Triguera, hemos puesto 12 nichos en el cementerio municipal…

P.- Son actuaciones que van en la línea de mejorar la calidad de vida de los vecinos pero también de potenciar el turismo. ¿Es el futuro que le ve a la localidad?

R.- El futuro que le vemos a la localidad es ese, desde luego, pero sin renunciar a lo que tenemos, porque también estamos manteniendo reuniones con las fábricas, con la Diputación, con la Cámara de Comercio, con FOES… Nuestro objetivo es seguir remando hacia delante también en el tema industrial. De hecho, las últimas actuaciones que hemos tenido han sido la Feria de Zaragoza y Durufema, de la mano de la Diputación.

P.- ¿El Ayuntamiento facilita de algún modo la instalación de empresas en la localidad?

R.- Tenemos en el polígono industrial zonas adecuadas, con su calles, su agua y su luz, pero no hay nadie que nos pregunte. Hemos estado en negociaciones con una empresa que está ubicada en el pueblo para que se fuera al polígono industrial pero lo ha estado estudiando y finalmente ha dicho que no.

P.- ¿A qué cree que puede deberse esa falta de interés por parte de las empresas en ubicarse en el polígono industrial de Duruelo de la Sierra?

R.- Yo creo, y es una opinión personal, que estamos arrinconados. Para ir a Duruelo tienes que ir específicamente. Hay otros pueblos que están en la nacional y que te ofrecen el mismo polígono industrial que nosotros y la gente opta por quedarse en las vías importantes.

Ojalá me confunda y vengan empresarios que digan que les ha gustado Duruelo y que aunque tengan que desplazarse 15 kilómetros prefieren instalarse en la localidad. Yo veo una puerta abierta a que sean empresas de madera. Porque si hago una fábrica relacionada con madera, la materia prima la tengo cerca y una vez transformada es menos el movimiento que tengo que hacer. En cambio, si la pongo en Soria, por ponerte un ejemplo, tengo que llevar diez camiones para luego sacar uno transformado. Es la única vía que puedo ver para Duruelo; que ojalá me equivoque y haya más y yo no sea capaz de verlas.

P.- ¿En qué estado se encuentra actualmente el sector de la madera en la comarca?

R.- Yo soy muy optimista en este campo, puede que sea porque he vivido siempre de la madera y me tira. Estoy viendo que la primera transformación, lo que es el aserradero y el palet, está funcionando y están cogiendo obreros y la fábrica de palets ha ampliado este año con un nuevo secadero.

Respecto a las fábricas de muebles, he visto que se han cerrado tantas en España que creo que a las que se han quedado ya sólo les queda la cuesta abajo. La cuesta arriba ya se ha terminado. Es un proceso lento pero creo que poco a poco van repuntando. Con el programa de la Diputación y con los diseños nuevos, actuales, que se han sacado al mercado considero que hay oportunidades porque son productos que gustan a la gente. Pero falta dar el paso de comercializar o salir a vender.

Igual los empresarios tienen miedo a dar ese paso por la crisis que hemos pasado. Pero en cuanto se dé ese primer paso creo que va a venir otro seguido. Hay que ponerse en el pellejo de los empresarios del mueble, pero yo creo que va a ser una vía que va a seguir adelante, y lo digo convencido. Hay empresas del sector que ya están despuntando. Ofrecen un buen producto y diseños actuales, en cualquier color, cualquier textura y cualquier formato. Todos los catálogos que han hecho diferentes empresas les han gustado a las redes comerciales a las que se les han presentado. Ahora está el mueble de Ikea, ya lo sabemos, pero siempre hay un grupo de personas que quiere comprar un mueble bueno, porque, además, los precios que se están ofreciendo son competitivos y la calidad es muy alta.

P.- Antes ha explicado que el programa electoral está ejecutado al 80%. ¿Qué pasa con el 20% restante, se va a ir ejecutando en los dos próximos años?

R.- Ese 20% son proyectos que muchas veces tienes que desechar porque según vas andando por el camino has tenido que hacer otras cosas. Y te preguntas si apuestas por lo que recogía el programa electoral o por otras cosas. Tienes que dar el brazo a torcer y aunque habías pensado en algo no lo puedes ejecutar. Asfaltar la carretera de Castroviejo es uno de esos proyectos. Quería hacerlo pero a lo mejor tengo que dar mi brazo a torcer porque necesitaba ayudas de las instituciones, pero si pido para una cosa no pido para otra. Cada vez que veo subir un autobús empiezo a preocuparme porque hay curvas muy cerradas y cuando va el autobús tiene que invadir y aunque vayas despacio se puede producir un accidente. Y como todo lo que hay alrededor son cortados el accidente sería de lamentar. Pero no tenemos dinero para todo y hay que ser sensatos y decir esto se puede y esto no se puede. Yo no voy a hipotecar más al pueblo de Duruelo, que cuando llegué al Ayuntamiento lo encontré con una deuda de un millón de euros; prefiero ir poco a poco, y si no se hace, pues otro año vendrá.

R.- Es complicadísimo. Hay que hacer un montón de equilibrios. No nos tenemos que olvidar de que cuando tú debes eso estás un poco intervenido. Yo, al tipo de interés que tengo, no querría amortizar pero si no amortizo no puedo invertir. Y tengo que ir haciendo pequeños proyectos pero sin olvidarme de pagar la deuda. Este año hemos amortizado 69.000 euros a pesar de todas las inversiones que hemos hecho, y no tenemos riquezas.

P.- ¿Qué presupuesto tiene el Ayuntamiento de Duruelo de la Sierra?

R.- Tiene un presupuesto anual de 1.075.000 euros. De eso tienes que ir quitando para pagar la deuda. No tenemos que olvidarnos de que si dejas de hacer cosas en el pueblo lo vas a empobrecer más. Y tal y como están las cosas hay que ser valientes y seguir haciendo. Y muchas veces te tienes que ir a la cama y no puedes dormir pensando de dónde vas a sacar el dinero. Y ojalá no tengas que enfrentarte a una avería, porque entonces los números ya no salen. Pero tengo que ser valiente, hacer muchas cosas con mucho esfuerzo para que pueda salir adelante el pueblo. Yo les digo a la Diputación de Soria y a la Junta de Castilla y León que tienen que ser valientes, no sólo lo digo en referencia a Duruelo sino pensando en el bien de Soria. Necesitamos que apuesten por los proyectos, como el de montaña, porque es luchar contra la despoblación de la provincia. Porque si viene gente a Duruelo pararán a comer o a dormir en Soria, comprarán cosas o pasarán por otros pueblos. Si no lo promocionamos y si no tenemos servicios dignos no va a venir nadie. Estoy convencido de que si sacamos algunos proyectos turísticos importantes adelante tendremos mucha afluencia de gente, y tenemos que ser ambiciosos y dar servicios, porque cuanto más servicios mejor va a estar quien venga a visitarnos y también los vecinos.