Heraldo-Diario de Soria

Sociedad

Los vecinos de un pueblo de Soria se vuelcan para arreglar su ermita

Los  habitantes de Santa María de las Hoyas recaudan 14.000 euros para ayudar a costear las obras que también se financian con fondos de una asociación local y aportaciones del obispado

Obras de la ermita del Cristo de Santa María de las Hoyas.

Obras de la ermita del Cristo de Santa María de las Hoyas.RAQUEL FERNÁNDEZ

Publicado por
Raquel Fernández
Soria

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La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad de Santa María de las Hoyas (Soria) ha logrado llevar a cabo la esperada obra de reforma de la ermita del Santo Cristo de Miranda. 

Una restauración que ha contado con el respaldo unánime de todos los vecinos de esta población pinariega que no llega a los cien habitantes censados y que se han volcado, -con el apoyo también de muchos hijos del pueblo que viven fuera-, aportando una importante cantidad del presupuesto total que es de 51.000 euros.

Concretamente, la respuesta vecinal ha sido sobresaliente, aportando entre todos los vecinos nada más y nada menos que 14.000 euros, que se suman a los 20.000 euros aportados por el baldío, o lo que es lo mismo la asociación de vecinos propietarios de un terreno comunal con pinar en Santa María de las Hoyas. 

A esta cantidad se le suman los 13.000 euros aportados por el obispado, a lo que también hay que añadir 4.000 euros que también aporta el baldío, pero cuya cantidad devolverá la parroquia con lo que se consiga en subastas de banzos y rosquillas de las próximas fiestas.

Los trabajos de reforma de la ermita del Santo Cristo de Miranda se encuentran en marcha desde hace semanas, unas mejoras consideradas de «muy necesarias por el mal estado en el que se encontraban varias zonas de este edificio, sobre todo de la cubierta, que ha sido una de las primeras fases en ejecutar, encontrándose ya terminado el cambio de todo el tejado», explica el párroco Rafael Muñoz, impulsor de este movimiento que surgió hace algo más de año y medio en este pueblo y que ha significado para él «una satisfacción muy grande» al ver la respuesta e implicación de los vecinos.

«La ermita no estaba para hundirse, pero estaba muy deteriorado el tejado y había que actuar pronto para evitar males mayores. Lancé la idea de que fuesen los vecinos quienes se implicaran en esta restauración y la respuesta ha sido increíble. 

En todo este tiempo se han hecho rifas, actividades para recaudar fondos, etc… Además de las aportaciones personales que se han dado. Un año y medio en el que se ha conseguido un dinero muy importante con el granito de arena de mucha gente», añade el párroco.

En estas semanas también se han culminado las reformas del exterior, «donde los muros de piedra presentaban una serie de grietas en distintas zonas, resultado de ligeros asentamientos con el paso de los años. 

Debían ser reparadas con el fin de impedir que el agua penetrase a través de ellas al interior. Destacaba de entre todas las grietas de fachada la que se encontraba en la cabecera de la ermita, en su fachada sur, puesto que recorría verticalmente la fachada», explica el proyecto redactado por el arquitecto José Javier Delgado.

También se ha actuado ya en el interior, donde quedan algunos trabajos por hacer, entre ellos pintar para lo que se esperará a una mejoría del tiempo.

 «La ermita presentaba diversas manchas de humedad, grietas y desconchones en el revestimiento de yeso que ya se están reparando. Quedan cosas por hacer, pero sobre todo lo más grande, a nivel de trabajo, es pintar», añade Rafael Muñoz.

La ermita del Cristo de Miranda es para los vecinos de Santa María un lugar muy especial por su significado. 

«Se tiene mucha devoción al Cristo de Miranda», señala el párroco, que añade que «había una ilusión por repararla y confié en que los vecinos lo conseguirían. Yo me he movido a nivel institucional para conseguir también ese apoyo económico del Obispado que ha sido de 13.000 euros».

Aunque no hay fecha de su fundación, todo parece indicar que esta ermita fue construida en el siglo XIII, probablemente sobre algún edificio o mezquita árabe anterior. Está ubicada a un kilómetro del núcleo del pueblo y está situada sobre un montículo de pequeño tamaño. 

En su interior lo más destacado es su retablo sobre el altar mayor. Enmarcado por columnas salomónicas cuenta además en su fondo con pintura en tabla en la que se representa la ciudad Santa. Se completa con la imagen del Cristo de Miranda en estilo románico y en la parte inferior una calavera.

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