Heraldo-Diario de Soria

DANIEL DE LA ROSA - SECRETARIO DE ORGANIZACIÓN DEL PSOECYL

«Hay que incorporar la sensibilidad del leonesismo que va a reclamar una atención especial, pero no somos la UPL»

Afronta esta nueva etapa con la ilusión de transformar el municipalismo en el vector de crecimiento electoral para convertir a Carlos Martínez en presidente autonómico 

Daniel de la Rosa, durante la entrevista.TOMÁS ALONSO

Publicado por
Ricardo García Ureta
Soria

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Daniel de la Rosa da el salto de la política municipal a la autonómica de la mano de Carlos Martínez Mínguez, quien desde que concretó su paso adelante para asumir la secretaría general del PSCyL tuvo claro que ambos irían de la mano para abrir un nuevo camino y construir un relato y una forma de trabajar diferentes. Muy activo, de los de mano tendida, ya se prepara para enderezar el rumbo tras la fase congresual.

Pregunta.- Por primera vez mandan los alcaldes en primera línea del Partido Socialista de Castilla y León. Carlos Martínez lo es, usted lo fue. ¿Qué mensaje encierra la elección de esta dupla?

Respuesta.- Vamos a basar nuestro proyecto fundamentalmente en el municipalismo y este es el argumento que más me convenció. Mira, Carlos, y otros también, pero él sobre todo, es el máximo exponente del éxito que hemos tenido los socialistas en Castilla y León en un ayuntamiento, como alcalde, durante tanto tiempo y con mayorías. Y es verdad que él tenía muy claro, cuando me traslada su decisión de que yo le acompañara en esta aventura, que teníamos que intentar trasladar a la escena autonómica aquello que nos ha hecho valedores de la confianza en las claves locales. Y, a partir de ahí, intentar cambiar la dinámica del relato del Partido Socialista de Castilla y León para que se nos entienda más en clave de proximidad.

P.- A Carlos Martínez, le ha dado tiempo a preparar los primeros pasos, empezando por tu designación como secretario de la organización. Me pregunto si esto obedece a un giro estratégico de la política de oposición, preparando las próximas elecciones para explotar el poder local del Partido Socialista, donde gobierna o donde tiene mucha representación.

R.- Tal cual. Cuando Carlos me adelanta que quiere contar conmigo me dijo: “Bueno, más allá de que hablamos el mismo idioma, te conozco desde hace 20 años, tú has estado también en el mismo terreno de juego que yo. La ilusión y las ganas con las que tú llegaste a la alcaldía es lo que necesitamos en nuestro proyecto autonómico. Y, además, tú tienes experiencia, tú has ganado dos elecciones en Burgos, has gobernado”. El hecho de que apostara tan decididamente por mí, no solo como persona, sino como político y como municipalista, me convenció de cabo a rabo.

P.- ¿Le hace falta al Partido Socialista de Castilla y León pasar de las moquetas en las Cortes al de ser el de los paisanos de la comunidad?

R.- No comparto esa opinión. Primero, nosotros no vamos a reinventar nada, vamos a rearmar un proyecto. A Luis le considero un amigo, y creo que ha hecho un muy buen trabajo. Creo que, durante sus diez años de liderazgo en Castilla y León, el partido se ha construido como alternativa de gobierno. Hemos ganado elecciones; al menos la del 19 está ahí para la posteridad. No partimos de cero, partimos de una buena posición.

P.- ¿Falta de cohesión en el PSCyL?

R.- No creo que haya problemas de cohesión interna en el Partido Socialista de Castilla y León. Lo que hubo fue un problema muy puntual en relación con el último proceso congresual autonómico, que ya está resuelto. Hemos superado ya nuestro congreso autonómico con un 95% de respaldo a la nueva ejecutiva, con un nuevo liderazgo, compartido. Carlos no quiere ser protagonista exclusivo, de ahí fichajes como el mío. Ahí se define muy bien dónde está el peso del municipalismo. Yo desconozco las posibles polémicas que hubiera habido durante los últimos diez años. Estoy ahora aterrizando en la política autonómica. Ahora, lo que veo es que tenemos que ser muy respetuosos con el debate político que subyace entre determinados territorios, lo compartamos o no. Por ejemplo, el leonesismo. Hay que tener esa escucha activa permanente y ser sensibles. Y otra cosa es cómo canalizamos esto. Y eso es en lo que yo voy a intentar acertar.

P.- Tuviste un papel importante en convencer a Luis Tudanca de que su tiempo al frente del Partido Socialista de Castilla y León se había acabado y que debía hacerse a un lado.

R.- Yo entendí a Luis. Él pretendía seguir teniendo la responsabilidad como secretario general, aunque solo fuera de transición. Para llevar al partido, desde su experiencia, de manera, digamos, consensuada entre las distintas sensibilidades, hacia un proceso de primarias, a la candidatura a la presidencia de la Junta. Y yo sospecho —no lo sé, pero lo sospecho— que no tenía demasiado interés en presentarse. Y eso mismo a mí me generó muchas dudas, porque ese relato, que yo le puedo entender en clave interna, hacia afuera se entiende mal. Se entiende mal. Y lo que sí te puedo decir, es que desde que tomó esa decisión, Carlos y él han sido ejemplares. Hasta el punto de que sigue habiendo una muy buena relación entre ellos.

P.- Y está en el Comité Federal.

R.- Está en el Comité Federal. Es verdad que ahí también tuve que ver, ¿no? A la hora de configurar ese listado que teníamos que trasladar a Ferraz de los miembros que se iban a votar, a proponer votar en el Congreso, yo no tenía ninguna duda de que Luis Tudanca, una vez que me trasladó —por su parte, directamente— su interés de estar en el Comité, no lo hacía por una cuota que quisiera elegir simplemente, humildemente. Dijo: “Oye, si queréis contar conmigo…”. Y yo dije: “Por supuesto”. Y Carlos también, así que no ha habido ningún problema.

P.- ¿Con qué crédito de partida desde Ferraz arrancan Carlos Martínez y Daniel de la Rosa en este periodo?

R.- Con el 95 % del respaldo de los socialistas de Castilla y León, que se demostró en el Congreso. Con todo el respeto al 5 % que no votó la ejecutiva. Sus razones tendrán. Pero el 95 % es un porcentaje muy alto que nos garantiza una seguridad desde el punto de vista de que podemos desarrollar nuestro proyecto con garantías. Y es verdad que a nadie se le escapaba que Ferraz quería cambio. Pero no solo en Castilla y León.

P.- En el nuevo PSCyL está Ana Redondo. Y Óscar Puente tiene mucha presencia en Castilla y León. ¿Se ven tutelados?.

R.- Óscar no va a tutelar a nadie. Desde que estoy con Carlos, lo único que ha demostrado es que tiene un proyecto autónomo y que se debe exclusivamente al compromiso que ha adquirido ahora en este congreso. Yo no he visto tutelar a nadie y las conversaciones que yo he tenido con Óscar van justo en el sentido contrario. Si alguien -esto me dice el propio Óscar-, si alguien se piensa que Carlos Martínez es maleable, no le conoce. Los que le conocemos sabemos que tiene mucha personalidad. Va a sorprender. Tiene un carisma especial. Es alcalde. Es una persona arrolladora, muy próximo, muy cercano, emocionalmente potente, discurso templado pero con una chispa siempre de sorna. Cae muy bien. Y luego, a un alcalde que lleva 17 años, ¿a quién le tutela? No, no, no. Tiene una personalidad propia y lo está demostrando.

P.- A Óscar Puente lo conoce todo el mundo y Martínez puede ser un desconocido para buena parte de los votantes de izquierda de Castilla y León. Y mi pregunta es si la marca Pedro Sánchez va a ser a lo que haya que apostar de cara al próximo año y algo que queda para las siguientes elecciones.

R.- Yo estoy convencido de que, sin despreciar la marca PSOE, sino todo lo contrario, sería un error pensar que a nosotros nos desgasta la política del Gobierno. Déjame hacer un paréntesis. En las municipales del 23, el perfil de la campaña fue bajo, intentando diferenciarnos de las polémicas que estaban trasladándose a nivel nacional con ciertas políticas del Gobierno. No con todas, porque económicamente y socialmente el país está bien, está creciendo, hay mucho diálogo social, se generan prestaciones sociales... O sea, ese no es el problema. El problema son ciertas polémicas, a veces muy artificiales, pero que sabemos todos a cuáles nos referimos, ¿no? A mí me hicieron la campaña con ‘Txapote’, solo te digo eso. Entonces sabíamos que de eso nos teníamos que alejar. Y no salió bien. Así como en julio, en las Generales, asumimos que había que confrontar, que había que ir a por todas, que no había que esconderse y que había que defender al Gobierno y al partido. Ese es el camino. Nosotros vamos a intentar tener un relato propio, complementario del Gobierno, pero propio. En clave muy próxima a la gente, a cada ciudad, a cada comarca. Esto es muy, muy importante. El sentimiento de pertenencia a la comunidad autónoma en cada sitio es muy diferente. En Castilla y León habrá opiniones para todo. Yo considero, por mi experiencia, que casi todos los castellanos y leoneses, antes que nada, se sienten de su ciudad, de su pueblo. Bueno, pues hablemos ese idioma. Porque al final, el proyecto lo vamos a construir en base a esa identificación con cada territorio local. Esa es la suma de Castilla y León. No nos engañemos, no es otra.

P.- El PSCyL tiene fuerza electoral al norte de la comunidad, con resultados significativos en Miranda, Burgos, León, Valladolid, Palencia y Soria, que no en todas se gobiernan. ¿Tenéis en mente ese capital político para dar la batalla al PP de Mañueco desde el voto urbano?

R.- Sí, sí. Hay que consolidar el voto urbano y empezar a ganar territorio en el rural. La primera conferencia sectorial, por ese gesto que vamos a intentar demostrar desde el principio, es sobre agricultura. El primer acto de partido político va a ser en Medina del Campo para hablar de la nueva PAC, de Mercosur, de los aranceles, de la Agenda 2030. No somos ajenos a dónde están los problemas. Pero donde tenemos la mayor base es en las ciudades. Y yo tengo ya como situación en la cabeza dónde tengo que hacer un esfuerzo. Sostener esos resultados en Burgos, por ejemplo, es fundamental. Cubrir el espacio de Luis Tudanca me va a tocar a mí, En Soria tengo ciertas garantías. Yo creo que el resultado de las autonómicas de Soria Ya no se va a repetir. Carlos va a obtener buen rédito como candidato. En León hay que seguir acertando en el relato también propio de León. Pero no engañando a la gente. Nosotros no somos la UPL. Somos sensibles a las carencias históricas que las provincias más periféricas de la comunidad están teniendo respecto a servicios, inversión e infraestructuras. E incluso sensibles a ciertos órganos, como puede ser el Consejo Comarcal del Bierzo o ciertas instituciones que se podrían, de alguna manera, replantear en el debate de sesiones plenarias, sedes... Hablo un poco por hablar. Esa es la sensibilidad que tenemos que tener. Pero nosotros creemos en un proyecto autonómico en Castilla y León. Y eso hay que explicárselo a los leoneses, digamos, entendiendo su idiosincrasia, pero hablándoles claro. Tenemos en Ponferrada gente que habla casi un gallego-portugués, uno de Béjar que tiene acento extremeño, uno de Almazán que parece maño y uno de Miranda que está al lado de Vitoria. Esa es la complejidad de nuestra comunidad. Y por eso hay que ser muy sensibles a cada una de sus características. Y sí, hay que mejorar el resultado en Ávila. Yo creo que en Ávila el Partido Popular no puede aglutinar tanto peso. Y yo ya he hablado con algunos de los responsables de la provincia de que hay que pegar un impulso. Valladolid. El escaño de Ciudadanos… Nos lo tenemos que llevar. Óscar tiene que echarnos también una mano. O sea, tengo bastantes claves de dónde levantar, darle un poco el vuelco.

P.- No se hace tanta política desde los ayuntamientos. Se habla mucho de las cosas que suceden en el territorio, de gestión, sí, pero la política, la construcción del relato, también se hace desde el pueblo más pequeño.

R.- A ver, parte de mi éxito como alcalde, debo reconocer, creo que está en el hecho de que ahora no cabe duda de que el Partido Socialista se puede entender por la mayoría social de la ciudad como una opción de gobierno, y eso no ha sido fácil. Ganar la confianza de la gente quiere decir que ellos te ven como uno de los suyos. Esto es muy importante. Tú no votas a alguien que ves ajeno; tú, si votas a Daniel o a Carlos, es porque te representa, aunque luego votes otras cosas en otras claves. Entonces, el relato político que nosotros tenemos que intentar enlazar es que si en los ayuntamientos se valora la gestión, hablemos de gestión en clave de competencias autonómicas. Si en los ayuntamientos se valora el liderazgo personal, hablemos de liderazgos compartidos, de referentes políticos y sociales en cada provincia, en cada comarca y en cada ciudad. Quienes tienen que hacernos la campaña son los alcaldes, los portavoces. El valor de nuestro partido lo tienen los concejales y alcaldes de nuestras diferentes agrupaciones. Eso es evidente. Recuperando así protagonismo político, también hay que hacer oposición de la dura.

P.- En ese sentido, usted tiene muy enfilado a Vox, muy partidario de instalarles al otro lado del cordón sanitario, pero también le sale una vena muy crítica con el PP. Muy crítica. Le gusta decir eso de la mano tendida. ¿Se avecina una oposición fuerte por parte del nuevo Partido Socialista de Castilla y León?

R.- Matizo lo anterior. Me ha pasado con el PP ahora que está Cristina Ayala. Hasta ahora no me había pasado. Es que yo no me he encontrado con una alcaldesa tan prepotente y tan poco dialogante. Siempre he dicho que el PSOE tiene que estar en los asuntos importantes: plan general, capitalidad europea de la cultura, gestión de esos terrenos y de esos consorcios. Ahí tenemos que estar por responsabilidad. Quiera o no el PP, pues somos el PSOE, no somos cualquiera. Carlos, que esto lo sabe bien de entrada, fíjate lo que está haciendo: tender la mano para el presupuesto del 2025 con Mañueco, para la ordenación del territorio, para todas las políticas centrales que tiene que abordar la comunidad. La posición de Carlos es que los consensos importantes entre el PP y el PSOE se deben establecer. Lo tenemos clarísimo. Y que sean ellos, desde el gobierno, los que demuestren esa altura. Nosotros, de entrada, la queremos demostrar.

P.- El PP de Mañueco no es tan débil como el PP de Burgos. Tiene una estructura más cohesionada. ¿Ve algún tipo de fisuras a priori en las que poder hacer mella

R.- El liderazgo de Mañueco para mí es débil. No creo que sea una figura que atraiga. Mañueco me parece impostado, un hombre que no es natural, que pasa por ahí, que no tiene un tipo de relevancia política fuera de aquí en absoluto y que está muy cómodo. Es lo que queremos romper. Tenemos que lograr que el Partido Popular baje de ese estado de confort, en el que hasta ahora no hemos sido demasiado hábiles, entiendo, a la hora de intentar trasladar temas que realmente les preocupen y que tengan la necesidad de salir a defenderlos. Queremos, en el mejor sentido de la palabra, confrontar con ellos en el terreno de juego y que la gente pueda vernos a unos y a otros en el debate dialéctico-político.

P.- En las primarias de León, Diego Moreno ha denunciado las presiones del aparato del partido contra su candidatura, a la par que Alfonso Cendón iba presumiendo de triplicarle en apoyos y que aquello estaba prácticamente hecho para pacificar León.

R.- Hemos decidido respetar los procesos provinciales, esperar el resultado y trabajar con la dirección que salga de cada uno de ellos.

P.- Pues si sale mal León...

R.- ¿Por qué va a salir mal? Saldrá lo que digan los militantes de León. Conozco a ambos candidatos y a Diego, especialmente, lo conozco desde Juventudes. Por lo tanto, no tengo ningún temor de que gane quien gane en esas primarias. Con el resultado, con los equipos que se conformen, trabajaremos. Con total normalidad.

P.- Hay una vía hacia el leonesismo que puede ser muy incómoda para el discurso y la cohesión del PSCyL.

R.- Primero, vamos a esperar el resultado y ver qué dictamen saca León de su debate interno político. Se va a hablar de leonesismo, seguramente, de esa identidad, de esa aspiración que tienen parte, parte de los compañeros. Ya veremos en qué proporción, ¿no?, respecto a qué reivindicación se debe trasladar en el ámbito autonómico como Partido Socialista, a nivel nacional o en el propio Parlamento de Castilla y León. Ya veremos qué, entre otros muchos debates. Pero yo quiero trasladar el máximo respeto. Neutralidad, esa es la palabra, en los procesos, tanto del debate de fondo como de los liderazgos. Es lo que nos corresponde. Y, de verdad, sea cual sea el resultado, gane quien gane, si tenemos que incorporar esa sensibilidad de una provincia que va a reclamar con más o menos intensidad una atención especial. La resolución de nuestro congreso autonómico es que vamos a estar en una escucha activa y recabar opiniones e integrar en nuestro discurso político, no solo de León, cualquier tipo de reivindicación que esté justificada desde el punto de vista territorial.

P.- Esa vía que protagonizaba de alguna manera el alcalde de León, ya tendrá poco recorrido. No sé si será cuestión de meterle en cintura.

R.- Yo no voy a meter en cintura a nadie, ni Carlos tampoco. Vamos a respetar, evidentemente, los procesos orgánicos. Insisto, máxima neutralidad. Los liderazgos en clave local y provincial los eligen ellos. José Antonio es un buen alcalde. Él tiene una opinión muy particular de nuestra comunidad, es evidente. Es leonesista y hace gala de ello en su estrategia. Como alcalde ha conseguido aglutinar buena parte de ese voto. Con todo respeto, yo tengo otra manera de interpretar la política municipal, pero también porque no necesito ese discurso, porque en Burgos no hay un sentimiento regionalista. No pienso meterme en quién debe ser el alcalde o quién debe ser el candidato. Yo creo que José Antonio, como alcalde, tendrá derecho, entiendo, a la reelección cuando toque, si él lo decide.

P.- Pero el tema de León es extremadamente importante, no solo por lo que afecta a la integración del territorio, sino porque, desde el punto de vista del Partido Socialista de Castilla y León, no se pueden ganar las elecciones si León no arrima el hombro.

R.- Claro, pero es que León va a arrimar el hombro. Estoy convencido. Nos vamos a preocupar y ocupar de que esto sea así, pero en el buen sentido. Ante el resultado que salga de León, nos vamos a poner a trabajar al día siguiente para cohesionar y aunar sensibilidades en nuestro propio proyecto autonómico también, respetando el resultado del proyecto político que salga de ese debate que se va a producir en el congreso, Estoy convencidísimo, de que los compañeros de León arrimarán el hombro cuando haya elecciones autonómicas para que Carlos Martínez sea presidente de la Junta de Castilla y León. No me cabe ninguna duda. Más allá de que algunos no compartan el proyecto autonómico de la comunidad.

P.- En Segovia también habrá primarias. Allí el PSOE pide a gritos un cambio.

R.- En Segovia tenemos que intentar volver a recuperar gobiernos locales. Sí, ese es mi principal objetivo a medio plazo.

P.- Conociéndole, sé que se va a reunir con todas las agrupaciones en cuanto acaben los congresos. ¿Ya tiene un calendario?

R.- No, no sé por dónde empezar, pero sí que les he dicho a todos que no se preocupen. He hablado con todos los que llevan organización y les he dicho: en cuanto acaben los congresos, me reuniré con los que sigáis y con los nuevos para preparar la campaña autonómica.

P.- ¿Qué te parece lo de los sobresueldos de las Cortes y los BMWs, que no se sabe dónde van y vienen?

R.- Lo que vamos a exigir como nueva dirección es la máxima transparencia posible respecto al uso de esos coches. Todo esto me viene de nuevo. Hasta ahora no he tenido conocimiento de cómo funcionaba el uso de los servicios que se prestan en las Cortes. Hay unas cifras que quiero desvelar, además, para que no haya ninguna duda. El Partido Socialista no paga sobresueldos. El Partido Socialista ha trasladado una compensación económica hasta ahora de 710 euros a los procuradores sin dedicación exclusiva y de 891 euros a estos mismos cuando son portavoces de una comisión. Esto no debiera ser así. ¿Por qué? Porque quien debe retribuir de manera justa el trabajo de un procurador son las Cortes. Y yo entiendo por qué se ha hecho, porque lo que cobran los procuradores no liberados es ridículo. Es ridículo. Los desplazamientos que hay en esta comunidad autónoma son enormes. Mucha gente no cubre gastos y eso no puede ser, porque la capacidad económica de un procurador para hacer política, la tenemos que garantizar. ¿Y quién debe garantizarlo? Nosotros, como ha dicho Carlos ya, probablemente ya con la nueva legislatura, cuando haya elecciones y se conformen las cámaras, queremos trasladar al Partido Popular una posibilidad de acuerdo y al resto de grupos, pero sobre todo al Partido Popular, para que todos los procuradores de las Cortes de Castilla y León, como pasa en otros parlamentos, si quieren, voluntariamente, se puedan liberar. Y el que no quiera, que se someta a un régimen de incompatibilidades muy férreo, que se sepa qué actividad económica tiene, de dónde se gana la vida, y si quiere seguir con su actividad y ser procurador, que pueda hacerlo, pero que sepa que hay una serie de condiciones sobre lo que puede y lo que no puede hacer. Ese es un poco el planteamiento.

P.- Daniel de la Rosa va a tener que estar volcado en la política autonómica y tendrá que dejar, lógicamente, la portavocía en el Ayuntamiento de Burgos y arreglada su sucesión. ¿Eso en qué plazo se prevé?

R.- Voy a seguir asumiendo mis mismas responsabilidades actuales como concejal y portavoz del Grupo Socialista hasta que deje de serlo. Y eso se producirá. No voy a compatibilizar ser procurador con concejal, porque no se puede y no se debe. Ahora, voy a seguir de portavoz. No les voy a dar ese lujo al Partido Popular de librarse de mí tan pronto. Voy a seguir porque es mi responsabilidad institucional, la que tengo, la que adquirí.

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