La cara y la cruz

El C.D. Numancia, aunque la competición sólo está viviendo sus primeros compases con la disputa de las dos primeras jornadas, está teniendo dos caras muy diferentes, una positiva en lo que al engranaje defensivo se refiere y otra negativa en cuando a los problemas que está teniendo para marcar. El claro ejemplo de ello quedó patente el pasado domingo ante el Nástic de Tarragona.

 

Ante el conjunto catalán, el Numancia no dio ninguna concesión defensiva y su portero Eduardo Navarro fue un espectador de lujo a lo largo de los noventa minutos. El Nástic no llegó a disparar entre los tres palos y ello es el fiel reflejo de un conjunto rojillo muy rocoso a la hora de dar opciones a su rival. En la primera jornada del campeonato el Alcoyano tampoco puso en aprietos a la zaga numantina y sólo desde el punto de penalti vio superada su portería. Este Numancia de Pablo Machín se está caracterizando por ser un equipo muy serio en la misión defensiva y la dupla que están formando Gorka Larrea y Sunny está dando resultados a la hora de no dejar jugar al adversario. El problema de este doble pivote es que no se crea el juego ofensivo deseado.

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