Ridículo ante el líder

 El fútbol es un estado de ánimo, y el del Elche es tan bueno que se llevó por delante al Numancia de Pablo Machín con cuatro goles merced a una simple receta. Presión, verticalidad y velocidad, lo que aderezado con la calidad individual de jugadores como Rivera, Coro o Xumetra convirtió el encuentro en un nuevo festival de los franjiverdes, lanzados. El Numancia fue el invitado de honor, un equipo que mostró buen toque de pelota, pero muy lento en los repliegues y sin ese picante necesario a partir de los tres cuartos de campo para intentar hacerle cosquillas al poderoso conjunto de Escribá. Faltó chispa y verticalidad definitiva en un Numancia que recibe en un partido los mismos goles, cuatro, que llevaba encajados hasta ahora. 

Dos cuestiones diferenciaron la primera parte, calidad y verticalidad. Movió bien el esférico el Numancia, pero de manera estéril, muy horizontal, mientras el Elche era un cuchillo entrando en la mantequilla de la defensa numantina cada vez que recuperaba la pelota. Los de Fran Escribá rompían las líneas rojillas bien con calidad en pases verticales, bien con jugadas individuales -Fidel, Xumetra, Coro...- donde se demostraba que este líder es mucho líder. 

Empezaron las operaciones con un Numancia muy aseado en el toque, pero frenado por la presión local en los tres cuartos de campo. En las jugadas de estrategia, los ilicitanos fueron peligrosísimos como ya demostró Albácar a los cuatro minutos, empalmando fuera por poco en un córner. A medida que pasaban los minutos mejoraba un Elche cada vez más a gusto con la pelota, y no tardaron en llegar las ocasiones y los goles. 

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