Derrotados y desquiciados

Primero la Ponferradina y después el árbitro Arias López sacaron de quicio a un Numancia que lo intentó con más corazón que cabeza y acabó sumando una nueva derrota, que deja al equipo de Pablo Machín en tierra de nadie en la clasificación. En la despedida del año 2012 en Los Pajaritos, el Numancia entró en el juego de los bercianos, siempre con la connivencia del colegiado, y acabó desquiciado ante un rival que se adelantaba en el marcador con un gol más que polémico. El tanto de la Ponferradina, obra de Acorán, vino precedido de una clara falta sobre Ripa del goleador berciano y ante la pasividad del árbitro y la ingenuidad de los jugadores rojillos los del Bierzo sacaban tajada. A partir de ahí, el Numancia cayó en la trampa del ‘juego subterráneo’ de la Ponferradina y no supo leer el partido. Por si fuera poco, tras el descanso, el cuadro numantino se estrellaba una y otra vez en el frontón de la zaga visitante. A pesar de esta carencia de ideas, los de Machín dispusieron de clara ocasiones no sólo para empatar, también para haber sumado los tres puntos y haber pasado página de la goleada de Guadalajara.

 

El varapalo de la jornada anterior en la capital alcarreña todavía estaba en la mente de los futbolistas rojillos y tal vez por ello saltaban al terreno de juego demasiado acelerados y al mismo tiempo imprecisos. Ello beneficiaba los intereses de una Ponferradina que era el que avisaba primero con un disparo de Acorán que se marchaban lamiendo el palo derecho de Herrerín. El Numancia no combinaba con precisión en el centro del campo y hasta la jugada del 0-1, minuto 17, lo más interesante en el área berciana fue un posible penalti de Alan Baró sobre Del Pino del que no quiso saber nada el trencilla cántabro.

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