Los chicos de Machín

La primera edición del Campus Pablo Machín se ha venido celebrando esta semana en la localidad pinariega de Navaleno con la presencia de 60 niños de edades comprendidas entre los 8 y los 15 años. Una actividad que arrancaba el pasado domingo y que finalizaba ayer con la ceremonia de clausura. Durante estos días se acumulado muchas experiencias vividas entre entrenadores, monitores y chavales. Todo ha girado alrededor del fútbol, aunque también hubo tiempo para disfrutar del ocio, del entretenimiento y de las excursiones programadas.

En lo que hace referencia a las excursiones, la jornada del miércoles será inolvidable para los chicos ya que muchos de ellos por primera vez visitaron un campo de máxima categoría como es el Santiago Bernabéu. En el feudo del Real Madrid fotografías y más fotografías para inmortalizar una experiencia enriquecedora. Paseo por las dependencias del estadio, por la sala de prensa y por las sala de trofeos del club blanco. Un día para recordar, especialmente para los que sienten los colores del Real Madrid. Al regreso de la capital de España comida en Medinaceli y visita turística a la histórica villa.

El director del campus, Carlos Herrero, hacía una valoración de esta primera edición e indicaba que «estamos muy contentos de cómo han salido las cosas. Tuvimos que cortar las inscripciones porque la demanda era superior a lo que habíamos pensado inicialmente». Herrero comentaba sobre la procedencia de los chavales e indicaba que «han llegado de diferentes puntos como Zaragoza, Bilbao, Burgos o Soria».

«La filosofía de trabajo de los profesionales del campus es conseguir un equilibrio entre la enseñanza técnico-táctica deportiva y la educación extradeportiva para el logro de varios objetivos», apuntaba Herrero. Fomentar la convivencia, cooperación e interacción entre los participantes a través de la práctica del deporte y más concretamente del fútbol. Promover valores como la amistad, la autoestima, el compañerismo, la tolerancia, el respeto y el juego limpio, entre otros, repercutiendo positivamente en el desarrollo de la persona. Respecto a los objetivos deportivos, el principal es desarrollar el aprendizaje mediante un sistema de entrenamiento global e integral a través del juego.

La jornada en Navaleno comenzaba pronto, de 8.00 a 8.30 horas, con el aseo personal y el desayuno. Luego al campo de operaciones para realizar el entrenamiento técnico y táctico. Casi dos horas de entreno para finalizar la mañana con actividades de ocio y actividades socio culturales. Por la tarde más entrenamientos y más tiempo para el divertimento. Siete días frenéticos en los que aburrirse ha sido imposible.