Márquez fulmina a Lorenzo en la última vuelta de Australia

Acuda al diccionario, no hay otra. Y escoja el calificativo que quiera. Busque, por ejemplo, la palabra vibrante. O piense en conmovedor, arrebatador, excitante, apasionante, sonoro y hasta ensordecedor. Eso y más, mucho más, ha sido la carrera de MotoGP de hoy del Gran Premio de Australia. Iba a ganar Jorge Lorenzo (Yamaha), arrebatador, peleón, entero durante toda la carrera. Tremendo. El muchacho mallorquín no se rinde nunca y va a llevar a Valentino Rossi (Yamaha) hasta la última carrera, en Cheste (Valencia), que es lo que más teme el 'Doctor'. Digo que iba a ganar Lorenzo, que siempre fue el mandamás (como casi todo el año) del grupito de estrellas, de 'reyes', de dioses, de este gran premio. Pero apareció el bicampeón más joven de la historia de MotoGP, el muchacho que no quiere ceder el trono sin demostrar que su moto le ha traicionado durante todo el año, pero él no portesta. Digo que apareció, de la nada, de detrás del sol australiano, montado en una de las inmensas olas del mar de Tasmania, que baña el precioso circuito de Phillip Island, el 'rey' que pronto cederá su trono, un impresionante Marc Márquez para, en la última vuelta, hacerle un mortal interior a Lorenzo y lograr su victoria nº 50 en el Mundial (ya ha empatado con Dani Pedrosa), la quinta del año y demostrar que estos chicos no aceptan pactos y solo corren para ganar, ganar y volver a ganar, que diría el bueno de Luis Aragonés.

IMPRESIONANTE CARRERA

Fue la mejor carrera, no del año, de la década. O una de las mejores. Como diría Johan Cruyff, fue una carrera de "gallina de piel". Pero no al final, que también, también, sino ya en el arranque donde, además de los cuatro 'magníficos' (Pdrosa acabaría descolgándose), se añadió como artista invitado, y nunca mejor dicho, el italiano Andrea Iannone (Ducati), la moto que, en recta, alcanzaba, comodamente, los 346 kilómetros por hora. Y durante toda la carrera, especialmente los diez primeros giros, los adelantamientos, acosos, roces, amenazas, toques, fueron constante. Eso sí, Lorenzo se fue yendo, se escapó, como ya hizo sobre mojado, hace siete días, en Motegi (Japón). Pero Márquez, Rossi y Iannone lo tenían siempre, siempre, ante sus ojos. Las apuradas de frenadas, los despistes (especialmente de Márquez, que se fue largo más de una vez) y, sobre todo, los 'asesinatos' de pura velocidad de Iannone, estuvieron a la orden del día.

ROSSI, SIEMPRE CUARTO

Siempre se vio en dificultad a Rossi, el 'pececito' que arrancó con 18 puntos de ventaja sobre 'tiburón' Lorenzo y se fue a su box desolado con solo 11 de renta. Cierto, siempre vivió en el 'balcón' de la tercera y cuarta plaza, pero nunca fue una amenaza para los dos grandes, los dos sprinters, los dos velocista, los dos bicampeones de este año, Lorenzo y Márquez. Y, encima, por vez primera en mucho tiempo, en años, el 'Doctor', que no para de invitar a sus veloces compatriotas a divertirse con él en su rancho y pista de 'dort-track', le salió un candidato respondón. Iannone, que, el sábado, había dicho que consideraba "toda una leyenda" a Rossi, le metió la moto, el carenado, su cúpula, las alas de su máquina roja, en más de una y dos ocasiones; es más, le metió la moto y el cuerpo entero en un interior en la última vuelta, cuando Márquez hacía lo propio, 75 metros delante, a Lorenzo. Una víctima inocente de la lucha resultó ser una gaviota que se metió en medio de la pelea y que Iannone mató de un cabezazo.

TREMENDA ÚLTIMA VUELTA

Fue una carrera digna del Mundial, de este maravilloso y estremecedor deporte, de un campeonato único y, sobre todo, digna de unos jóvenes que, bromas al margen, no casan con nadie y demuestran, día a día, carrera a carrera, que lo único que quierejn es correr, disfrutar, divertirse, hacérselo pasar bien a los 'motards' y , sobre todo, forzar al campeón, el que sea, Rossi o Lorenzo, a ganarse el título en la pista. "Dije que no forzaría para ganar a Jorge o a 'Vale' en caso de que, en la última vuelta, se me presentase la ocasión de ganar. Pero todo el mundo ha podido ver que mi adelantamiento a Lorenzo ha sido limpísimo. No tenía nada guardado, no, solo que, perdido el título, quiero ganar carreras y demostrar el campeón que soy", señaló Márquez, que fue felicitado, en primer término, por el propio Lorenzo.

BUEN MORDISCO DE LORENZO

"Lo temía, sí, lo temía con toda mi alma, pero no he podido evitarlo", reconoció Lorenzo. "He tratado de irme, de escaparme como siempre intento, pero esta vez ha sido imposible, así que el riesgo de sucumbir al mejor Márquez de los últimos tres años era evidente, pues su ritmo durante todo el fin de semana ha sido tremendo. Lo ha hecho de maravilla, como Andrea, que se comprometió a devolverme la jugarreta que me hizo el sábado, cuando me chupó rueda para meterse en primera fila, relegando a 'Vale' a la cuarta plaza, lo que me pone a 11 puntos del líder, cuando restan 50 puntos. Buen mordisco".

Mundial de MotoGP: 1. Valentino Rossi (Italia), 296 puntos; 2. Jorge Lorenzo (España), 285 puntos; 3. Marc Márquez (España), 222 puntos; 4. Andrea Iannone (Italia), 188 puntos y 5. Dani Pedrosa (España), 185 puntos.