Guillermo domina el área

Guillermo se encargaba de abrir la lata el pasado domingo ante el Real Oviedo y con su gol allanaba el camino del C.D. Numancia para sumar los tres puntos ante un rival directo como es el conjunto asturiano. El delantero anotaba su séptimo gol liguero para empatar con Manu del Moral en el pichichi rojillo. Además, igualaba sus mejores números personales como goleador en el fútbol profesional.

La pasada temporada marcaba siete goles defendiendo los colores del Elche, pero los hacía en nada menos que en 38 partidos. Este curso ha disputado 21, por lo que el promedio de goles marcador y minutos jugados es mucho más alto que en el Martínez Valero. Guillermo es un delantero que no para de bregar a lo largo de los partidos, una pesadilla para las defensas rivales. Además esta campaña sigue con olfato de gol y el Numancia está agradeciendo su resolución en materia ofensiva.

Su experiencia el ejercicio anterior en Elche tuvo un mal final ya que el equipo bajaba a Segunda División B. A título personal cuajó una buena temporada, aunque el desenlace final lo empaño absolutamente todo.

En verano recalaba en las filas numantinas y en teoría llegaba como suplente de Manu del Moral en la punta del ataque. Los problemas físicos del andaluz le han llevado a jugar muchos partidos como titular y a la confianza de Jagoba Arrasate está respondiendo con trabajo y con goles. Ante el Oviedo hacía su séptima diana en Liga, a las que hay que sumar otras dos en la Copa del Rey en un escenario como fue el Santiago Bernabéu en la eliminatoria ante el Real Madrid.

Hace dos campañas, Guillermo anotaba seis goles en el Leganés, conjunto al que llegó después de dos temporadas sin demasiadas oportunidades en la primera plantilla del Athletic de Bilbao. Con anterioridad, en las filas del filial bilbaíno, ya se había descubierto como anotador con 12 y 13 tantos en Segunda B.

Ahora, Guillermo tiene por delante cinco jornadas para mejorar sus números goleadores y ayudar al Numancia en su objetivo de alcanzar el play off. El primer test llega este domingo ante el Valladolid, un rival al que ya ‘vacunó’ en la primera vuelta en el José Zorrilla con el gol que le daba al Numancia la victoria después de remontar un 2-0 en contra. Guillermo quiere seguir sumando en lo individual y en lo colectivo.

Ripa no se lo quiere perder

Adrián Ripa se lesionaba muscularmente a finales de marzo y muchas previsiones decían que podría haber dicho adiós a la temporada. Pero el aragonés es de esos tipos rocosos y ayer ya entrenó a las órdenes de Jagoba Arrasate con el resto de sus compañeros. Ripa no se quiere perder la recta final de la campaña y de esta forma añade competencia a una plantilla que sólo piensa en la palabra promoción.

Sobre su estado físico, el defensa numantino comentaba a la finalización del entrenamiento de ayer que «estoy bien. Las sensaciones son muy buenas y ahora lo que hay que hacer es trabajar duro en cada entrenamiento para el final de Liga tan bonito que nos espera». Ripa reconocía que el periodo de recuperación de su lesión -sufrió una rotura en la unión músculo tendón largo en el cuádriceps de la pierna derecha- ha tenido unos plazos más cortos que los previstos inicialmente y de ocho semanas se han quedado en seis para verlo sobre el campo de entrenamiento. «Ahora tengo que coger el ritmo», explicaba.

En lo que se refiere al equipo y a su trayectoria ascendente de las últimas semanas, el lateral izquierdo indicaba que «creemos en nuestras posibilidades y ahora sólo pensamos en ganar el partido ante el Valladolid». Ripa tiene muy claro que los tres puntos ante los pucelanos son vitales para entrar en el play off y afirmaba que «si ganamos daríamos un paso de gigante».

Si el play off tiene buena pinta para los intereses rojillos, el ascenso directo se ve bastante más complicado por la diferencia que hay con los tres primeros clasificados. «El ascenso directo, tenemos que ser realistas, lo veo casi imposible por la distancia con los primeros clasificados».