Soria se vuelca con los hermanos Díez

No se esperaban un apoyo así. «Este ha sido sin duda el mejor año», asegura Iván Díez. Junto a su hermano Sancho, ambos han conseguido el apoyo económico necesario para acudir con seguridad al Mundial de monociclismo que se celebra en Ansan, una localidad cercana a Seúl (Corea del Sur). «Realmente por lo que estábamos luchando era por intentar tener las ayudas y el apoyo, y el apoyo por parte de Soria ha cambiado mucho, se empieza a ver el monociclismo como deporte y estamos muy agradecidos», asegura el deportista, que celebra que este año por primera vez se ha organizado incluso un curso de la disciplina, celebrado en las instalaciones deportivas de La Nave Ocio y Deporte.

En el plano económico, el montante al que asciende el viaje es de cerca de 4.500 euros, un total al que se han aproximado tras firmar esta misma semana un apoyo con el Ayuntamiento de Soria para promocionar la candidatura Soria Ciudad Europea del Deporte. «Vieron por Facebook la iniciativa de las chapas –una venta solidaria de más de 500 chapas a un euro que han organizado unos amigos de los hermanos para ayudarles– y se pusieron en contacto con nosotros», explica Iván. Nunca hasta la fecha estos deportistas que llevan a penas tres años subidos a la rueda, pero que cuentan ya con títulos internacionales, habían recibido ayuda institucional. La semana que viene, sin embargo, viajan a Corea con la ropa llena de logos. Junto al Ayuntamiento de Soria están Talleres Sebas, Deporama Eventos, Innova Diseños, Mundobici Soria, Caja Rural Joven In, las Chuches del Collado y El Hueco de El Hueco.

El Mundial se celebra a principios de agosto y los hermanos parten el próximo sábado. El tiempo de los entrenamientos, aseguran, ya se ha acabado y solo queda reservar las fuerzas suficientes para hacer frente a los días de competición. Las opciones, avanzan, son «altas». La disciplina va a más y aunque todavía el volumen de practicantes de esta disciplina no es muy grande, sí lo es el nivel.

En Corea, Iván y Sancho Díez participan en diferentes pruebas de montaña, con ascensos y descensos, ciclocross y carretera, en distancias de 10, 42 y 100 kilómetros.

Para participar llevan junto a su equipaje hasta tres monociclos por cabeza, con los correspondientes útiles. Con un poco de suerte quizá regresen a la vuelta con alguna medalla y, por ello, con un poco más de peso.