Fernando Martínez Peña, ingeniero de Montes: "Soria es un laboratorio excepcional para el estudio del aprovechamiento micológico y el micoturismo"
Reconocido investigador en el campo de la micología, destaca los avances de los últimos años en el conocimiento científico del sector y la importancia de la inversión en investigación que "acaba dando sus frutos", dice Martínez Peña, subrayando las idóneas condiciones de Soria en este campo

Fernando Martínez Peña.
La micología es el pilar de su vida. Pocos como él conocen el reino fungi en la provincia de Soria. Aquí aprendió a amar a setas y hongos, hasta el punto de ser hoy un reconocido experto en el sector, a nivel nacional y europeo. Doctor ingeniero en Montes, Fernando Martínez Peña (Zaragoza, 1968) destaca la importancia de la investigación y la cooperación público-privada en la financiación de proyectos, así como el "excepcional laboratorio" que es Soria para el estudio del sector.
A Martínez Peña, desde la infancia, le fascina la micología. Una pasión que le transmitió uno de sus profesores en el colegio de Soria de los Padres Franciscanos, el padre Eusebio Andoño, y que ha ido cultivando a lo largo de su carrera profesional convirtiéndose en uno de los expertos más destacados en micología.
Y es que el mundo micológico es extenso, desconocido y apasionante para los aficionados, pero también para los investigadores. Gracias al impulso científico de las últimas décadas se conoce más el famoso reino fungi, desde la caracterización molecular y la revisión filogenética de las especies, hasta las técnicas para cultivos más eficientes e incluso la relación de las especies con el cambio climático pasando por sus valores nutricionales y el micoturismo.
Un estudio sobre los hongos silvestres en el Parque Natural del Cañón del Río Lobos (Soria) realizado en su época de estudiante en el instituto fue el primer paso para adentrarse en la investigación forestal y de la micología.
Desde entonces este doctor ingeniero de Montes ha dedicado una larga y extensa carrera profesional a conocer y divulgar el ecosistema en el que crecen los hongos silvestres comestibles y las pautas necesarias para que la sociedad implante una gestión sostenible.
En la actualidad es científico titular del Centro para la Calidad de los Alimentos (INIA-CSIC), que tiene su sede en Soria, y director del European Mycological Institute. Comenzó su carrera vinculado al Centro de Investigación de Valonsadero de la Junta de Castilla y León en Soria (1990), como alumno y posteriormente como becario para finalmente ser el director hasta el año 2012.
Ha sido investigador de la Fundación Cesefor, en el área de micología forestal y truficultura, y posteriormente se incorporó al Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). En este último también ostentó la dirección, entre 2016 y 2020.
Su paso por estos centros tecnológicos le ha permitido desarrollar distintas líneas de investigación centradas en el estudio de la producción micológica y el efecto de la selvicultura en un mundo global, así como la gestión sostenible de la recolección de setas silvestres comestibles, los pasos dados hacia el cultivo de hongos ectomicorrícicos, como el boletus edulis (hongo blanco) y tuber melanosporum (trufa negra) y el estudio del micoturismo y las motivaciones de los recolectores.
En el extinto Centro de Investigación de Valonsadero (Soria) fue uno de los investigadores que promovió la implantación de una red de parcelas permanentes en la comarca de Pinares de Soria, una de las más productoras de Castilla y León, para realizar exhaustivos estudios de producción de hongos. En la actualidad es la segunda base de datos más importante del mundo para este campo, por detrás de la WSL Suiza.
«Fueron años muy productivos», explica Martínez Peña, en referencia a su trabajo en este centro, gracias a los estudios de producción micológica que se extraían de estas parcelas. También se lograron avances importantes en la gestión sostenible de la recolección de setas comestibles desde el programa Micocyl de la Junta de Castilla y León.
Sus últimas aportaciones al mundo científico de las setas son estudios sobre micoturismo. El experto subraya que la bioinformática y los métodos moleculares para la caracterización de la diversidad de la comunidad fúngica son los principales avances de los últimos años en el conocimiento científico del sector micológico, sin olvidar los importantes pasos que se han dado en la modelización y en el cultivo de algunas especies como las trufas, «aunque queda mucho campo para investigar» , puntualiza.
Parte de su carrera investigadora la ha realizado en el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), ubicado en Zaragoza, que dirigió durante cuatro años. Se trata de uno de los centros más importantes del país con un importante volumen de unidades de investigación e infraestructuras en el mundo de la agroalimentación.
Desde el CITA ha impulsado la creación del European Mycological Institute, agrupación europea de cooperación territorial formada por centros de investigación y administraciones públicas de la UE y que fue creada para impulsar proyectos de cooperación relacionados con la gestión sostenible y la valorización de los recursos sostenibles.
Durante esta etapa desarrolló proyectos como 'trufforum', que es una iniciativa con la que se promociona el uso responsable de la trufa europea en las cocinas domésticas y profesionales, y el 'mycoforum', un encuentro internacional que facilita el intercambio de conocimiento científico-técnico entre parques micológicos para promover el uso responsable de los recursos forestales, entre otros.
El trabajo de investigación y divulgación que ha realizado Fernando Martínez Peña lo se ha recogido en 60 publicaciones, de las cuales 7 son libros, 39 corresponden a artículos en revistas científicas y otros 14 son artículos de libros o revistas.
El experto cree que España goza de un alto nivel en investigación forestal y micológica en comparación con otros países europeos, gracias al trabajo que se ha llevado a cabo en los últimos 30 años.
Y dentro de la Península destaca la posición de la provincia de Soria, porque posee enclaves experimentales de gran valor y fuentes de información relevantes para profundizar en el estudio de la producción, la influencia del cambio global y los tratamientos selvícolas.
En este sentido añade que estos estudios se podrían completar con otros relacionados como la composición nutricional o las propiedades tecnofuncionales. «Soria constituye un laboratorio excepcional para el estudio de servicios ecosistémicos como el aprovechamiento micológico y el micoturismo» , puntualiza Fernando Martínez , que se ha incorporado hace unos años como científico titular en el Centro para la Calidad de los Alimentos de Soria.
Aboga por la coordinación y cooperación público-privada para financiar la investigación de proyectos forestales y micológicos. «Sin investigación no hay innovación», puntualiza, a la vez que manifiesta que «toda inversión en investigación termina dando frutos».
Por último, recuerda que los fondos que se destinan son muy competitivos y «es necesario tener buenas ideas de proyectos y buenos científicos», a la vez que reclama una mayor simplificación de los procesos de gestión de los recursos de investigación.