Heraldo-Diario de Soria

El plan de plantas solares llega a 18 comunidades de regantes

La actuación incrementa un 50% el objetivo de inicio de legislatura, de 60.000 hectáreas, para llegar a 92.300 / La instalación de placas fotovoltaicas de autoconsumo superará los 63 millones de inversión

Fase de aspersores activa en una instalación de riego por cobertura de una explotación agrícola.

Fase de aspersores activa en una instalación de riego por cobertura de una explotación agrícola.PXB/CCO

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Redacción
Soria

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El impulso a la eficiencia energética en los cultivos de regadío por medio de instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo supera las expectativas. Si al inicio de la legislatura la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se marcó como reto ampliar este sistema a 60.000 hectáreas, a un año de su conclusión esa superficie crece un 50% hasta las 92.300 hectáreas (has), a través de convenios de colaboración con 18 comunidades de regantes y más de 63 millones de euros e inversión. El último de esos convenios se firmó el pasado 14 de enero entre la Consejería y la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga, con una inversión de 5,44 millones.

Es el último de los proyectos en marcha, pero la Junta ya tiene finalizadas cinco actuaciones por un montante total de 8.917.149,80 euros, iniciadas otras nueve por un total de 32.033.123,36 euros y otros dos en proyecto, que suman 16.682.433,17 euros. A todas esas intervenciones hay que sumar la del convenio recién firmado con los regantes del Canal de Pisuerga, por 5.445.000,00 euros para 12.000 ha y otro pendiente de firmar con la Comunidad de Regantes de Quintana del Pidio, con un montante de 153.857,55 euros para 150 ha.

En cuanto a los proyectos finalizados, se trata de los de las comunidades de regantes de Becerril del Carpio, para 140 hectáreas (ha) (692.286,12€); Canal Toro Zamora, para 7.500 ha (3.846.326,93€); Villarnera (128 ha, 524.736,53€); Canal de la Maya (2.271 hectáreas, 1.308.951,84€) y del canal de Tordesillas (2.300 ha, 2.544.848,38€ ).

Los iniciados son los de las comunidades de regantes de Armuña (6.577 ha, 5.898.506,15€); Soto de Cerrato (841 ha, 1.342.971,64€); Canal del Páramo (17.000 ha, 13.468.885,10€); Alto Villares (2.250 ha, 1.712.060,22€); Presa de la Tierra (1.350 ha, 1.125.506,91€); Vegas de Almar (1.941 ha, 2.349.775,07€); Adaja (6.467 ha, 1.103.336,88€); Canal del Páramo Medio (4.500 ha, 3.546.930,41€) y Virgen del Aviso (1.902 ha, 1.485.150,98€).

El plan de la Junta de Castilla y León para el desarrollo de instalaciones fotovoltaicas para el riego sostenible suma, así, 55.100 hectáreas ya iniciadas o finalizadas. Por su parte, las dos que están en proyecto son los de las comunidades de regantes de El Páramo Bajo (24.000 ha, 16.385.971,69€) y Losa Baja (1.000 ha, 296.461,48€). El último de los ejemplos de este plan de inversiones está en el convenio recién firmado entre la Consejería y la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga, con el que se beneficiarán 4.000 propietarios de esas 12.000 hectáreas concernidas, pertenecientes a 19 municipios de las provincias de Palencia y Burgos.

La rúbrica del documento se realizó en el Ayuntamiento de Astudillo (Palencia). La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural aportará el 40 % del presupuesto (2,1 millones de euros), permitirá que los 4.000 propietarios que integran la comunidad puedan regar sus parcelas de una forma sostenible y más eficiente, «consiguiendo que sus explotaciones sean más rentables y, por tanto, más competitivas», indicó la consejera, María González Corral.

El acuerdo suscrito permitirá ejecutar una infraestructura de 4.475 kilovatios (kW) de potencia destinada exclusivamente al autoconsumo, que producirá anualmente unos 6,7 millones de kWh y que supondrá un ahorro de emisiones de 2.400 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera cada año, además de reducir entre un 30 y un 40% la factura energética, informó la Consejería.

La iniciativa forma parte del programa de actuaciones de la Junta de Castilla y León para desarrollar instalaciones fotovoltaicas en comunidades de regantes, dentro de la apuesta por una gestión eficiente del uso del agua y un apoyo específico para la reducción de los costes de producción de las explotaciones agrarias.

Superficie regada

Con ello se potencia la agricultura de regadío, que en Castilla y León alcanza 550.000 hectáreas, únicamente el 13% de toda su superficie de cultivo, «debido fundamentalmente a la falta de regulación en la Cuenca del Duero», señaló la consejera, y que, tal y como está comprobado, «promueve las incorporaciones de jóvenes al mundo agrícola seis veces más que en las zonas de secano; favorece la fijación de habitantes en el medio rural, con densidades de población tres veces superiores que en las zonas no regables; e incentiva la inversión, al multiplicarse por seis con respecto al secano», añadió.

La consejera se refirió al objetivo que tiene el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco para la presente legislatura de iniciar actuaciones de modernización y transformación de regadío en más de 30.000 hectáreas. Solo en 2024 se han adjudicado obras por 72 millones de euros en la modernización de 19.900 hectáreas, según la misma fuente. «En los últimos veinte años, y fruto del esfuerzo inversor de la Junta de Castilla y León, Seiasa y las comunidades de regantes, se han modernizado más de 125.000 hectáreas», añadió.

El convenio firmado el pasado 14 de enero complementa las inversiones realizadas durante 2005, 2006 y 2015 para modernizar 6.910 hectáreas y que supusieron 66,7 millones de euros de inversión por parte de la Junta, Seiasa y la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga.

Las plantas solares de autoconsumo en comunidades de regantes ofrecen ventajas significativas, entre ellas el ahorro en costes de energía. Al generar su propia electricidad, las comunidades de regantes pueden reducir significativamente sus facturas de energía. Esto es especialmente beneficioso en áreas rurales donde los costos de electricidad pueden ser altos.

Por otro lado, facilita la independencia energética, pues la capacidad de producir su propia energía reduce la dependencia de fuentes externas y proporciona una mayor autonomía en el suministro. Por otro lado está la faceta de la sostenibilidad ambiental, ya que el uso de energía solar disminuye la huella de carbono y contribuye a la sostenibilidad ambiental al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los incentivos fiscales, subvenciones o cofinanciación como la que ofrece la Junta de Castilla y León ayuda a compensar los costos iniciales y hacer la transición más atractiva desde el punto de vista financiero para las comunidades de regantes. Por otro lado, no menos importante, estas instalaciones contribuyen a la revalorización de la propiedad, ya que la instalación de paneles solares puede aumentar el valor de las propiedades en la comunidad.

Otro punto de vista, sobre todo para los poderes públicos, es la generación de empleos locales, lo que es especialmente valioso sobre todo en entornos rurales. La instalación y el mantenimiento de plantas solares puede generar puestos de trabajo que benefician a la economía de la comunidad.

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