Este viñedo de Soria realiza un balance más que favorable de una campaña "muy exigente"
Es la quinta vendimia en la finca de Zayas de Báscones de De Postín, que marca «un antes y un después», con unas cepas que «han alcanzado su equilibrio y empiezan a mostrar todo su potencial»

Agustín Postigo, de Bodegas De Postín
Una campaña exigente, marcada por la abundancia de lluvias en primavera y un verano caluroso, pero en la que el viñedo de su finca de Zayas de Báscones ha respondido con nobleza. Es el balance que realiza el gerente de viñedos y bodegas De Postín, Agustín Postigo Palomar, que tiene ahora la vista puesta en el lanzamiento de su último vino, de la añada de 2023.
Reconoce que la vendimia comenzó más tarde este año y se alargó unos días con respecto al año pasado, precisamente por las precipitaciones abundantes, que les «ha obligado a estar muy atentos de la maduración de la uva, día a día, para recoger la uva en su punto justo».
Además, explica que las lluvias primaverales y el verano cálido han dado lugar a «una uva de gran calidad, con buena maduración y una frescura que se nota en cada racimo. Los rendimientos han sido equilibrados y creemos que esta añada nos va a regalar vinos con mucha expresividad, elegancia y ese carácter de altura que tanto nos gusta en De Postín».
En esta quinta campaña la finca ya está a pleno rendimiento. «Esta vendimia marca un antes y un después porque las cepas han alcanzado su equilibrio y empiezan a mostrarnos todo su potencial. Ya podemos decir que el viñedo está en su madurez productiva y expresiva, y eso se nota en la calidad de su fruta».
Por suerte, el mildiu, que tanto daño ha causado en los viñedos de Ribera del Duero, ha pasado de largo por su finca de Zayas de Báscones, si bien asegura que en ese sentido «ha sido un año muy exigente ya que hemos tenido que estar muy atentos y cuidar el viñedo con precisión». Es más, ya sabe que «con la viña no se puede bajar la guardia, especialmente cuando hay tanta humedad». Por ello, no han escatimado en medios para controlar y garantizar que la uva haya estado sana hasta finalizar su maduración. Pero también sostiene que «el viento y la altitud junto con el equilibrio natural de la parcela, también han jugado a nuestro favor».
En esta ocasión han organizado la vendimia en dos fases: «Primero, recolectamos a mano la uva destinada a elaborar nuestros Vinos De Postín. Es un trabajo minucioso, racimo a racimo, que realizamos con un pequeño equipo de entre cinco y diez vendimiadores. Al elaborar ediciones limitadas, en tres días, toda la uva destinada a De Postín está en bodega».
Y ya después, comienza la segunda fase, en la que vendimian la uva destinada a otras bodegas de la Ribera del Duero, y que se realiza de forma mecanizada. «En apenas dos días, todo el fruto está recogido».
Por ahora no buscan ampliar el viñedo. «De momento queremos consolidar lo que tenemos. Nuestro objetivo no es crecer en superficie, sino en calidad y en identidad. Cada parcela tiene su carácter, y preferimos profundizar en lo que ya conocemos antes que ampliar», asegura Postigo.
Con la bodega ya en marcha este año ha dado comienzo una nueva actividad con visitas guiadas por la finca: “Tanto a mi hermana como a mí nos apasiona el trato directo con la gente, por lo que las visitas guiadas las disfrutamos mucho. Al ser una bodega artesanal, podemos ofrecer algo muy cercano y auténtico. Buscamos vivir una experiencia más personal y sensorial».
A los clientes les cuentan cómo elaboran el vino, en el mismo lugar donde nace su fruto, y recuperando tradiciones que se estaban perdiendo. «También compartimos con orgullo la historia centenaria de esta zona, antiguo Señorío de Zayas de Báscones, de gran riqueza vitivinícola en la Ribera del Duero soriana».
La visita incluye una inmersión en la naturaleza con el paseo por el viñedo, entre encinas, antiguos lagares y bodegas subterráneas, y termina con una cata al aire libre, en el propio viñedo. «Allí, guiamos a los visitantes para disfrutar el vino con los cinco sentidos. Es una experiencia que emociona, incluso a nosotros cada vez que la vivimos».
«Autenticidad, elegancia y respeto por nuestra tierra»
El vino De Postín 2023 mantiene la esencia que nos define: autenticidad, elegancia y respeto por nuestra tierra. «Elaboramos con el mismo cariño y cuidado que el año anterior, buscando reflejar la pureza de Soria».
Sus viñedos, a casi 1.000 metros de altitud, aportan una frescura y una personalidad únicas dentro de la Ribera del Duero. «En nariz, la expresividad de la uva es máxima. A su vez, hemos mantenido la crianza de 14 meses en barrica de roble francés, logrando un vino con estructura, suavidad y elegancia en boca. Un vino amable, que invita a disfrutar sin prisa y que habla de nuestro origen con orgullo».
Ahora toca dar a conocer el producto por las ferias, la primera este fin de semana pasado en Valencia. Tras el lanzamiento de la nueva añada en Soria, donde De Postín ya puede encontrarse en varios restaurantes y tiendas, han viajado a Valencia para participar en Gastrónoma, la feria gastronómica más importante del Mediterráneo.
«Después, en diciembre, estaremos presentes en el Salón de los Mejores Vinos de España organizado por Peñín. Haber sido invitados tras superar los 90 puntos en la Guía Peñín es un reconocimiento enorme a nuestro trabajo y a nuestra tierra que tanto nos inspira. Llevar el nombre de Soria y de De Postín a esos escenarios nos llena de orgullo y nos anima a seguir avanzando con la misma pasión de siempre».