El problema de la vivienda
El problema de la vivienda en España, bien en régimen de alquiler o de compra, parece no ser un asunto fácil de resolver. Miles de jóvenes —o ya no tan jóvenes—, al no poder acceder a la compra de una vivienda por diversas razones, se ven abocados a probar suerte con el alquiler. El problema fluctúa mucho dependiendo de la población en la que se resida o se desee residir. Pero en general, en todas las capitales del territorio nacional, el problema existe con mayor o menor incidencia. Y Soria no se escapa a esta problemática. La semana pasada, el pleno de la Cámara de Comercio e Industria se reunía para tratar diversos asuntos y daba la voz de alarma sobre la situación de la vivienda en la capital y en la provincia. Incentivos al alquiler y más viviendas públicas, fueron, entre otras, las peticiones del órgano cameral a las instituciones competentes en la materia. Ya traté hace unos meses en mi columna el asunto de la vivienda en Soria. Tanto el gobierno de la Junta de Castilla y León, y el ayuntamiento de la ciudad, han puesto en los últimos años algunas viviendas a disposición de los jóvenes. Pero pese a ello, aquí se sigue viendo el vaso medio vacío sin opción real de poder decir que está medio lleno. Yo no tengo la varita mágica para solucionar el problema, pero sí es una realidad el decir que, en Soria, por sus propias casuísticas que pueden pasar de hándicap a ventajas, se podría intervenir y dar un giro de 180 grados a este asunto. Capitales como Madrid, donde todo el mundo quiere ir a vivir y trabajar, lo tienen, créanme, muchísimo peor que nosotros. Y me refiero a que aquí algo se podría hacer si verdaderamente hay voluntad para ello —mejorando por un lado la falta de viviendas y poniendo las bases para la atracción de empresas y trabajadores por otro—, con los cerca de 300.000 metros cuadrados de suelo y pertenecientes a la extinta constructora Martinsa–Fadesa, que el ayuntamiento adquirió para la ciudad hace pocos años. Tras la compra de estas parcelas en el año 2020, desde el equipo de gobierno municipal se trasladó a la opinión pública que era precisamente la “intención de intervenir en el mercado de la vivienda” (sic), lo que los llevó a negociar con el ministerio esta operación de compra. Pues bien, pasemos de los hechos a la acción, y demostrémosle al conjunto del país, cómo se pueden solucionar los problemas. Nadie está diciendo que el ayuntamiento se convierta de la noche a la mañana en una constructora, pero con esta mole de metros cuadrados, si de verdad hay interés en atajar el asunto —demostrando que lo que se dijo por parte del ayuntamiento era cierto—, el equipo de gobierno tiene las herramientas para hacer más y mejor ciudad. Decía que el asunto de la vivienda es un asunto difícil de resolver. ¿Pero es realmente así?, o es que pudiendo resolverlo no interesa. 300.000 metros de suelo; ¿para qué entonces? Ahí lo dejo…