Heraldo-Diario de Soria

CARTA ABIERTA A LOS DIPUTADOS

Recolección de setas, su tributación ante Hacienda, los daños en la sociedad de Soria y la concesión de Becas

La autora lamenta cómo los ingresos de la comercialización de setas y hongos se consideran ganancias patrimoniales, no rendimientos de trabajo, y han dejado a sus hijos sin beca a pesar de ser una familia monoparental con la madre en el paro

Cogiendo setas en un monte de Soria.

Cogiendo setas en un monte de Soria.MARIO TEJEDOR

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La recolección de setas silvestres con fines comerciales es una actividad histórica en la provincia de Soria, la cosecha de los pobres, pues efectivamente son las rentas bajas las que más se esfuerzan en sacar provecho económico de este recurso de temporada. De hecho, forma parte de los ingresos que muchas familias esperan obtener a lo largo del año, aun siendo impredecible por cuestiones climáticas.

En la práctica, esta actividad se ha mantenido al margen del control tributario desde sus inicios, alrededor de 1950 y aunque la ley de Montes 3/2009 del 6 de abril de Castilla y León, ya recoge a los hongos entre los aprovechamientos forestales, fue en 2017, aprobado el Decreto 31/2017 por el que se regula el recurso micológico silvestre en Castilla y León, cuando la Administración tuvo las herramientas para identificar a los recolectores.

Por la vía de los hechos, en 2022, sin la elaboración de una normativa fiscal específica que contemple las particularidades de esta actividad y este territorio, sin desarrollar planes previos de profesionalización del sector, ni de divulgación de las obligaciones tributarias y alternativas fiscales del recolector, con un afán recaudatorio y aleccionador, la Agencia Tributaria, por primera vez en la historia, hizo requerimientos selectivos a los recolectores sorianos para reclamar la tributación de los beneficios obtenidos con la recolección de setas silvestres como ganancias patrimoniales.

Esta denominación es errónea y profundamente injusta. Los beneficios de la recolección de setas silvestres con fines comerciales no son el cobro de una herencia, no son fruto de operaciones bancarias o con seguros, no surgen de la venta de inmuebles o fincas rústicas. Es una actividad económica, profundamente arraigada, que requiere presencia, tiempo, esfuerzo y conocimientos. Es un rendimiento del trabajo. Conlleva, además, gastos importantes de gasolina y también las posibles averías de vehículos al transitar por caminos.

El agravio que afecta a nuestra familia tiene que ver con la errónea consideración de la recolección y venta de setas, como ganancias patrimoniales en la declaración de la renta del ejercicio 2023. Declaración que realizó un agente de la agencia tributaria.

La convocatoria actual de becas MEC, entre los requisitos y criterios económicos necesarios para su concesión, establece un máximo de 1.700 euros anuales de ganancias patrimoniales para la unidad familiar.

Siendo los criterios económicos generales para la concesión de las becas tener un renta máxima de 155.000 euros anuales para la unidad familiar, un patrimonio inmobiliario de hasta 42.900 euros o fincas rústicas por un valor catastral de hasta 13.100 euros por cada uno de los miembros de la unidad familiar hasta ese máximo de 42.900 €, el criterio de 1.700 euros anuales de ganancias patrimoniales es, de entrada, discriminatorio. Si la Hacienda Pública está considerando nuestro trabajo de recolección como ganancias patrimoniales, podemos asegurar que los más de 5.000 recolectores sorianos con licencia comercial, que declaren correcta y legalmente sus ingresos y sobrepasen los 1.700 euros anuales de ganancias patrimoniales computables por las setas, nunca podrán cobrar una beca (salvo que tengan pérdidas patrimoniales compensables)

Que a una familia monoparental, con dos hijos estudiantes, una universitaria residiendo en otra ciudad y un estudiante de formación profesional que se desplaza a diario a otra localidad sin transporte público, con la sustentadora principal en situación de desempleo, con una base imponible general de 5.583,53 euros en el año 2023 (una situación de manifiesta vulnerabilidad económica), que cumple todos los demás requisitos, se le denieguen las becas de 2024, por haber recolectado setas silvestres como recurso de subsistencia y haberlo declarado, cuando el valor de las becas casi triplicaría los beneficios de la recolección, es un despropósito, es una aberración de la norma. Es imprescindible recordar que el fin último de la convocatoria de becas es garantizar el derecho a la educación y la igualdad de oportunidades.

Pero la realidad es que a este hogar, con la normativa vigente, no llegarán en el próximo mes las cuantías fijas de las becas, ni en los próximos meses las cuantías variables; solo llegará, el día 10 de febrero, una prestación por desempleo por debajo del salario mínimo interprofesional. Quizás un empleo mileurista. O quizás media jornada. Y el pago de matrícula de la universidad, una vez rechazada la beca.

Pero con un poco de suerte brotarán los marzuelos y luego los perretxicos. Y podremos buscarlos algunos días y los recolectaremos, para abastecer a los restaurantes más selectos de la geografía española, aunque, ahora sí, sepamos que eso nos impedirá acceder a becas futuras. Porque lo necesitamos. Este es el valor del recurso histórico de la recolección de setas: que nos ayuda, en unas ocasiones, a subsistir y en otras, a mejorar nuestra vida.

Tras un calvario de recursos por la beca de cada uno de mis hijos, el Tribunal Constitucional podría determinar si se han vulnerado o no nuestros derechos. Merecería la pena el calvario judicial aunque solo fuera por satisfacer la imperiosa necesidad de comprender en qué sociedad estoy viviendo.

Es al poder legislativo al que le hago llegar hoy el testimonio de mi familia, pero también el de cientos de recolectores con los que he tratado este otoño en mi trabajo de temporada como jefa de almacén de compra de setas y que me han transmitido su preocupación y su ignorancia ante las insospechadas consecuencias de sus declaraciones fiscales. Cada uno con sus circunstancias personales, estudiantes, jubilados, desempleados, trabajadores, niños, jóvenes, padres, madres, abuelos. Lo hago con mi petición expresa a nuestros representantes, diputados por Soria en el Congreso de los Diputados de que comprueben en los despachos y fuera de los despachos la veracidad de mis palabras y la dimensión de la problemática e inicien un proceso que conduzca a tomar medidas urgentes que reviertan las consecuencias indeseables de esta implementación tributaria para la sociedad soriana, que ha ignorado por completo las necesidades del primer eslabón de este sector económico agroalimentario: los recolectores.

Urge cuestionar esa implementación tributaria. Urge defender las particularidades de nuestro territorio, considerar la idiosincrasia de la economía recolectora de la Soria rural y vaciada y estudiar criterios de exención fiscal para la actividad recolectora. Urge defender los montes de la invasión de bandas organizadas de recolectores y buscar fórmulas de profesionalización de la actividad. Urge que el Ministerio de Educación conceda nuestras becas.

Gracias.

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