Heraldo-Diario de Soria

EDITORIAL

 

‘Match ball’ contra el sectarismo político que anida en la USAL

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el mejor de todos los tiempos y el mejor deportista de la historia será doctor honoris causa de la afamada Universidad de Salamanca (USAL). Lo será si él quiere después de que su candidatura fuera respaldada con un inusual 34% de votos contrarios. Seguramente quienes son contrarios a su nombramiento tienen sus razones. Y radican esencialmente en que siguen sin aceptar la democrática elección de Juan Manuel Corchado como rector, al que no pudieron derrocar en las urnas y por eso lo intentan con una cacería esquizofrénica, tan mezquina como fallida. El sectarismo político se ejerce así, con estas mañas. La democracia está bien siempre y cuando le otorgue la razón a ellos. La candidatura de Rafa Nadal emanó del consejo de gobierno de la USAL. Y ese es el motivo sustancial para oponerse al honoris causa. El sectarismo político siempre ha anidado en los claustros universitarios. Pero lo que está ocurriendo en la USAL no es mera anécdota. Es categoría. Se han puesto más que en evidencia. Porque el asunto es seguir con la indecente cacería contra Corchado, aunque sea a costa de repudiar a una figura del deporte de trayectoria impecable, intachable e incuestionable.

Nadal atesora tenacidad, humildad, esfuerzo, dedicación, tesón, valentía, heroicidad y ejemplaridad. Pero también títulos, que son amores y no buenas razones. Repudiar a Nadal quedará para los anales de la historia de la USAL, gracias a una minoría ruidosa. Nunca el revanchismo político universitario llegó tan lejos. Ni alcanzó cotas tan miserables. Como no pueden con Corchado, ahora van contra Nadal. ¿Qué dirá la sociedad, especialmente la salmantina, ante tal desatino? Sería bueno que estas votaciones, en aras a la transparencia, que es una de las asignaturas pendientes, entre otras del modelo casi medieval que sigue imperando en nuestras universidades públicas, fueran públicas. Porque públicos son los sueldos de quienes pueblan los claustros. Y los pagamos los ciudadanos. Aluden a la falta de vinculación de Nadal con la institución. Algo de lo que pueden presumir, sin duda, en sus impolutas trayectorias el presidiario Lula y el narcoterrorista Petro, y forman parte de la lista de notables de la USAL. Pero ninguno de los que lideran el rechazo a Nadal han rechistado.

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