LA SOLANA
Una mala semana para el alcalde de Soria
No hay duda de que Carlos Martínez Mínguez, alcalde de Soria y secretario general de los socialistas de Castilla y León, tiene una gran carga de trabajo. Aunque siempre ha demostrado gran capacidad para atender a varios frentes, tal vez empiece a acusar el exceso de tareas que tiene ante sí, tanto en el Ayuntamiento como en el partido en el ámbito regional, a lo que hay que sumar sus actividades internacionales, que le obligan a desplazarse a lugares tan lejanos como Nueva York, donde ha estado recientemente. Esta semana quizá sea una muestra de las dificultades a las que se enfrenta. El asunto más grave parte tal vez de la mala suerte de un micrófono abierto o de la despreocupación de los cuatro procuradores del PSOE participantes en la conversación grabada en las Cortes. La «pillada», tal y como la denominó Martínez Mínguez, no solo ha provocado que los socialistas acaben definitivamente por perder en el debate sobre el estado de la comunidad con Alfonso Fernández Mañueco, sino que además desvela que el alcalde soriano se equivocó al retrasar decisiones tras asumir la secretaría general del PSOE en Castilla y León. Ahora parece que las va a adelantar obligado por las circunstancias y, a pesar de hacerlo tarde, dando imagen de precipitación. Pero a tiempo está de hacerse realmente con las riendas de la formación política y de poner fin al sorprendente invento del liderazgo compartido que se sacó de la manga. En Soria, en los asuntos municipales, la semana tampoco ha sido buena para Martínez Mínguez. Uno de sus eternos proyectos de activación del polígono de Valcorba, iniciativa privada que parece no arrancar nunca, ni con la incorporación de una participación pública, no ha proporcionado buenas noticias. El Ayuntamiento de Soria ha propuesto incluir ese polígono en la red Cylog, como uno de sus enclaves. La provincia es la única de la comunidad que no tiene un enclave Cylog y es lamentable, pero la propuesta de Valcorba se ha encontrado con un rosario de dudas por parte de los técnicos. Quizá una muestra más de las dificultades del alcalde para atender tantos frentes es que cuando este periódico preguntó al Ayuntamiento por las «subsanaciones» que pedía la Red Cylog a la solicitud presentada, la respuesta fue que no habían recibido nada. El alcalde compareció al día siguiente, junto al concejal responsable, para contestar, pero teniendo que reconocer que ese informe de los técnicos sí que había llegado y que llevaba días en el Consistorio (colleja al concejal). Luego, se publicaron los detalles de un informe, que resulta demoledor, y el alcalde tuvo que recurrir al victimismo y a la respuesta airada, pese a que la Junta insiste en que quiere incluir a Soria en la Red Cylog pero que se debe atender a los requerimientos de los técnicos. No ha sido una buena semana para Martínez, pero es un político experimentado y con capacidad, por lo que quizá le sirva para reconocer en qué tiene que centrar el foco y aprender que no es bueno dejar muchos cabos sueltos.