Castilla y León refuerza el Diálogo Social como una seña de identidad

No es fácil poner de acuerdo a los sindicatos, a la patronal y a un gobierno, por eso es especialmente relevante que el Diálogo Social se haya convertido en una seña de identidad de Castilla y León. Ayer se rubricó un nuevo pacto que movilizará 2.100 millones de euros hasta 2028 en cinco líneas de inversión relacionadas con el empleo. Es el mayor acuerdo rubricado hasta la fecha, pero más allá de la dimensión de los fondos destinados o el centenar de medidas que impulsa, un aspecto que hay que subrayar es que con la firma de ayer se consigue reforzar el Diálogo Social como seña de identidad y como un instrumento muy eficaz para la colaboración entre los agentes sociales y económicos y el gobierno autonómico que contribuye al desarrollo de la economía y a la paz social.

Siempre es importante recordar la importancia del diálogo para conseguir acuerdos que redundan en beneficio de los ciudadanos, más en unos tiempos en los que esa característica es difícil encontrarla en la política nacional, pero en esta ocasión es necesario recalcarlo todavía más, porque el Diálogo Social se refuerza después de haber estado sometido a un acoso por parte de partidos políticos que formaron parte del Ejecutivo y que no creían en él. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha demostrado firmeza en su compromiso de profundizar en una línea de actuación que, como él mismo dijo, no es patrimonio de un gobierno, sino de la Comunidad Autónoma. Durante el tiempo que lleva al frente de la Junta se han firmado 22 pactos dentro del Diálogo Social.

Los intentos por dinamitar un logro de Comunidad fueron al final vanos. Hay que felicitarse como sociedad de que el Diálogo Social siga más vivo que nunca en un territorio como el de Castilla y León que tiene ante sí muchos retos, porque el consenso social es una ventaja fundamental para abordar el desarrollo económico y avanzar en el bienestar social. La estabilidad y la paz social que proporciona el Diálogo Social es fundamental y lo convierten, por tanto, en un instrumento imprescindible.

Ver repetida una vez más la imagen de los cuatro firmantes del acuerdo (la Junta de Castilla y León, la CEOE y los sindicatos UGT y CC OO) es tranquilizador y además refuerza la imagen de la comunidad como un territorio que genera confianza. Castilla y León sigue siendo un ejemplo a seguir para el resto de España en esta materia.