EDITORIAL
El cooperativismo, herramienta clave a proteger en el crucial sector primario
El sector primario es fundamental en Castilla y León, sobre todo cuando proporciona la materia prima a la potente industria agroalimentaria de la comunidad. Si de la actividad transformadora de los productos procedentes de la agricultura y la ganadería se destaca su vinculación al territorio y las garantías que ofrece frente a la deslocalización, en el sector primario es aún más evidente. Ambos están estrechamente unidos en una simbiosis de la que se benefician ambos y, como consecuencia, la actividad económica y la sociedad por la creación de riqueza. Ello no evita que sobre el sector haya peligros, sobre todo en el componente históricamente más débil, el que conforman agricultores y ganaderos. La principal herramienta para fortalecerlos está siendo, desde hace años, el cooperativismo, que ha ofrecido muy buenos resultados y ha conseguido crear empresas potentes y punteras.
Una de estas cooperativas, la zamorana Cobadu ha mostrado su fortaleza a través de sus datos económicos. Su facturación volvió a superar los 500 millones de euros el año pasado, manteniéndola como la primera empresa de Zamora por su nivel de ventas. No es el único caso en la comunidad en el que la primera empresa por facturación de una provincia es una cooperativa. Lo mismo sucede en Soria con Copiso, pero la relevancia del cooperativismo también se constata en otras de las existentes como ACOR o Agropal, por citar solo dos. La zamorana es, además, es la primera cooperativa de Castilla y León y la segunda de primer grado de toda España.
El cooperativismo ha permitido concentrar volumen, además de acometer la actividad de fabricación, desde piensos a productos del sector agroalimentario para su venta a la industria del sector o para servir directamente a la cadena de distribución. Solo el incremento de la capacidad de negociación agrupando a ganaderos y agricultores es ya una aportación fundamental del cooperativismo para los agricultores y ganaderos.
Y la industria agroalimentaria de Castilla y León también agradece el fortalecimiento del sector primario, porque le ofrece la seguridad que necesita en sus suministros.
Gracias a estas uniones que se producen en el medio rural de Castilla y León, la comunidad ve cómo se refuerza un sector tan importante como el agroalimentario. Esa herramienta debe protegerse, para que se consolide y crezca, por los beneficios que suponen para la sociedad castellano y leonesa.