La nueva aventura de Álvaro de Marichalar

Eran las 17.20 horas cuando la pareja formada por Álvaro de Marichalar y la joven ucraniana Ekhateryna Anikieva salía del palacio de la familia Marichalar para asistir a su enlace en la ermita de San Antonio de Padua, en la finca de la familia, ante 110 invitados.

De este modo el hoy matrimonio protagonizó el evento rosa de la semana a nivel nacional, de lo que dejó constancia la afluencia de fotógrafos de numerosas agencias de prensa del corazón que se congregaron a las puertas del palacio frente al instituto Machado.

En la capilla cobraron un protagonismo especial las banderas de Soria y de Navarra, «además de la cruz de San Francisco que me han traído unos amigos  portugueses. Con mi enlace en Soria he querido demostrar mi amor por esta ciudad que llevo en el corazón», detalló el novio.

Tras el enlace los invitados se trasladaron al palacio familiar en el que el descendiente del conde de Eza pasa buena parte del año.

Entre los invitados cabe destacar la asistencia del embajador de Francia en España, y del embajador de Rusia.

Una de las particularidades de la celebración que los novios quisieron cuidar es que no hubiera  alcohol para las copas, «ya que tanto Ekatheryna como yo somos abstemios». Por lo que lo único que se sirvió con alcohol fue vino, sidra y cerveza.

Después de la boda de ayer por el rito católico en la finca aledaña al yacimiento de Numancia, el próximo sábado día 2 de octubre volverán a darse el sí, quiero, pero en esta ocasión lo harán en Rusia por el rito ortodoxo, religión de la novia.

En cuanto a las vacaciones Álvaro señaló que las pasarán  en la península de Kamchatka, al este de Rusia y que se interna en el océano Pacífico al lado de Japón. «Ahí es donde llevaré a cabo mi próxima aventura en el invierno», por lo que le servirá para ir tomando contacto en el gélido entorno en compañía de su futura esposa.