¿Dónde estabas el 23 de febrero de 1981?

Eran las 18.22 horas cuando el diputado del PSOE por Soria Manuel Núñez Encabo se disponía a emitir su negativa en la votación de investidura de Calvo Sotelo. De pronto, un hombre armado entró en el hemiciclo del Congreso, levantó la mano en la que empuñaba una pistola y ordenó a los diputados, al grito de «quieto todo el mundo», que permanecieran sentados. Entones todos los sorianos se acercaron a las radios para tratar de entender qué estaba sucediendo en un tiempo en que la democracia aún no sabía caminar sin ir de lado a lado. Un simple golpe de gatillo podía terminar por desestabilizar un futuro demasiado incierto. Aquel día los termómetros de Soria registraron temperaturas medias de -0,3 grados centígrados, el Hospital de Santa Bárbara no contaba ni con un año de vida y José Luis Liso Marín (UCD) completaba su primera legislatura como alcalde de una ciudad que por aquel entonces contaba con 32.039 habitantes.

 

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