‘Vine por 2 meses y ya llevo aquí 20 años’

Lanzarse a la aventura por primera vez en la vida puede llevarte a que eches tus raíces en una ciudad muy alejada de tu familia y amigos. Este es el caso de la soriana Rosa Martínez Pascual, de 45 años y natural de Añavieja, que, a pesar de considerarse «muy poco aventurera», tuvo la iniciativa ya hace 20 años de coger las maletas y marcharse a Londres para aprender ingles. Este periodo, en el que trabajó cuidando a los niños de una familia española, no le sirvió para mucho a la hora de aprender el idioma por lo que «estos 2 meses se convirtieron en 20 años ya».

La idea de buscarse la vida en la gran ciudad le atrajo desde un primer momento y durante un año estuvo trabajando en restaurantes o de limpiadora con la intención de volver a casa después de ese tiempo. De ahí, y a través de una amiga se puso en contacto con un médico español que le dio las pistas que Rosa necesitaba para poder buscar trabajo de la carrera que había estudiado en Zaragoza, Medicina. En esa época, Inglaterra tenía mucha falta de médicos por lo que el idioma, que en esos momentos no estaba tan afianzado, no fue problema porque, como recordó esta soriana, «era o yo o nadie». Ese primer año en el que hizo prácticas para después comenzar con la especialidad de Medicina Familiar, fue «duro» por el tema del idioma aunque Rosa se enfrentó cada día a estos pequeños inconvenientes.

El traslado a Gales para ejercer su profesión le trajo otras novedades en su vida personal como conocer a su actual pareja con la que tiene un niño de 7 años. Este hecho suma «más complicaciones» si cabe, al hecho de hacerse a la idea de volver a España. Aunque algunas veces esta idea ha rondado por su cabeza, el trabajo nunca ha sido motivo para volver a su país de origen. No es de extrañar ya que durante todo el tiempo que lleva en diferentes ciudades de Inglaterra siempre ha contado con trabajo. El claro ejemplo está en el último cambio en su vida ya que, después de vivir varios años en Liverpool prepara la mudanza para regresar a Gales, donde vive la familia de su pareja.  El hecho de que los asuntos laborales en el campo de la Medicina no hayan estado durante estos últimos años «muy bien», hicieron que esta soriana no haya tenido interés en volver. A pesar de esto, parece ser que en la actualidad, según los compañeros de facultad de Rosa, sí hay necesidad de médicos. Por otro lado, las condiciones laborales en Inglaterra «son bastante mejores además de que hay más flexibilidad».

Aunque nunca se sabe lo que podría haber pasado si esta soriana hubiese seguido por otro camino como quedarse en España, Rosa no se arrepiente de la aventura emprendida hace 20 años pero sí hay momentos en los que se echa de menos ciertas cosas como la familia, los amigos y el sol. El hecho de que los días lluviosos y oscuros sean un continuo en la vida de los ingleses llega hasta afectar al carácter, tal y como reconocía Rosa, aunque «al final te llegas a acostumbrar y más cuando tienes un trabajo en el que sales ya cuando es de noche».

Los amigos y la familia «alguna vez han estado por aquí» aunque no son tan habitualmente ya que es la propia soriana la que viaja a Soria siempre que puede y que, según sus palabras, «es como mínimo tres veces al año». Uno de los aspectos que siente más es el hecho de que su familia soriana no pueda ver tan a menudo a su hijo pero con las visitas que hacen a su tierra natal, el niño se va haciendo poco a poco con el idioma. Ese es un aspecto que Rosa no ha querido imponer pero sí intentar cuidar que su hijo hable español por lo que, cuando están solos, le habla en su idioma materno para que se acostumbre.

Con la mente puesta ya en su próximo destino, Rosa califica Liverpool como una ciudad «dura» en relación a la pobreza que existe en sus calles pero muy rica en diferentes actividades culturales como la música. «La gente tiene muy buen humor aunque si que hay cierta agresividad por la problemática social» apostilló esta soriana.