«He encontrado mi sitio en Munich»

Asegura que Munich (Alemania) es ‘su cuidad’ y espera quedarse allí mucho tiempo. «Tal y como está la situación en España no me planteo la posibilidad de volver. He vivido ya en muchos países y ahora he encontrado mi sitio», afirma la soriana Carolina Penacho. A sus 30 años, esta licenciada en Traducción e Interpretación con un máster en Comercio Exterior y otro en Lenguas y Culturas Extranjeras, trabaja como responsable de Márketing y Relaciones Internacionales en una escuela de español para extranjeros. Disfrutó de una beca Erasmus en Colonia y el país le ‘conquistó’..., y cuando terminó la carrera solicitó una beca para trabajar como lectora en la Universidad de Saarbrücken, que le dio la oportunidad de volver a Alemania «con un trabajo que me permitía sobrevivir sin problemas». Vivió un año en Berlín trabajando como promotora de comercio exterior para la Junta de Castilla y León y ahora ya lleva dos años en Munich. Así, ha vivido cinco años y medio en Alemania, de donde es su novio, un año en Francia, otro en Inglaterra y otro en Estados Unidos. 

Cuando comenzó a estudiar Traducción tenía claro que si quería mejorar su nivel de idiomas tenía que salir fuera de España y «en ningún momento me resultó un trauma ni un problema». A su familia no le gustó demasiado la idea, pero entendían que era lo mejor y poco a poco se han acostumbrado. A veces es «duro», pero recurre mucho al teléfono y Skipe y dice que «si no estás en contacto con los tuyos es porque no quieres».

La primera vez que llegó a Alemania, con 19 años, sabía un poco de alemán y los primeros días fueron difíciles a la hora de censarse, abrir una cuenta en el banco, gestionar el alquiler del piso... Pero luego fue todo sobre ruedas y en la adaptación le ayudaron sus amigos alemanes para comenzar a entender aspectos de la cultura germana. «En este país hace falta un poco de temperamento del que nos sobra en España», bromea haciendo referencia a la seriedad y frialdad de algunos alemanes.

Llegando de Soria, el clima no le sorprendió mucho, con 15 bajo cero y nevadas de 20 centímetros, aunque le sigue costando la lluvia continua y la falta de sol. Viviendo en Baviera, también dice que el bávaro «¡no hay quien lo entienda!» y en cuanto a la comida asegura estar «encantada», porque allí se come mucha carne. «No hay tanta variedad de platos como en España y se utilizan más especias. Y comer fuera de casa es barato», dice. Le gusta que se pueden comprar productos, como flores y alimentos, en las carreteras secundarias; y admira la red de transportes del país, que llega a cualquier rincón.

Su día a día transcurre entre el trabajo, desde casa, y los viajes para participar en ferias, congresos, presentaciones... Por la tarde asiste a clases de alemán, al gimnasio, al cine, a restaurantes... Los fines de semana aprovecha para viajar, hacer senderismo e ir a conciertos. En Munich, con 1,5 millones de euros, «no noto que vivo en una gran ciudad» y «la gente es más abierta que en el norte». «Está cerca de los Alpes y cerca de Italia, por lo que se puede ir a esquiar y a los lagos. Hay mucha oferta cultural y parques, como el Englischer Garten. A Carolina le atrae mucho «conocer sitios nuevos, tanto para pasear como para cenar o tomar algo».

Carolina confiesa que echa mucho de menos a su familia y a su mejor amiga, pero los intenta ver siempre que puede y habla con ellos por Internet o por teléfono «casi a diario». También añora «el ver el sol cada día, incluso con temperaturas bajo cero», así como «un paseo por San Saturio en cualquier época del año con el cielo despejado y el sol siempre brillando». Cada dos o tres meses hace una visita a Soria, dependiendo de su trabajo y el precio de los vuelos; y siempre está en Soria en navidad, aunque la Nochevieja la pasa en Munich.