En la capital cultural de la isla de Creta

Levantarse por la mañana y ser un espectador de lujo en una ciudad con un mar azul intenso, un sinfín de playas y numerosos monumentos venecianos es una estampa para la mayoría imposible pero que algunos pueden disfrutar a diario. En un contexto donde los monasterios y las iglesias bizantinas junto a las playas constituyen los principales reclamos turísticos de Réthymno (se pronuncia Rétino), un joven soriano de 27 años intenta mejorar la lengua de Shakespeare y continuar su formación académica. Una ciudad que es el contraste de la recoleta Soria. En Réthymno, o Rétino, el cielo suele ser casi a diario azul, el arte renacentista le identifica y su emplazamiento en la isla griega de Creta le convierte en un paraíso para los turistas. 

 

Carlos llegó a suelo griego este año. La motivación, diversa. Conocer nuevas culturas, lugares, ciudadanos, mejorar el inglés y completar sus estudios de Educación Infantil. El desembarco de este joven universitario de 27 años ha sido reciente, si bien tras su corta estancia en una pequeña ciudad, la tercera más importante de la isla de Grecia, ya no tiene tan claro si su estancia será pasajera, hasta que termine la formación, o permanecerá en busca de alguna oportunidad laboral.

Y es que no sólo la belleza de la ciudad, en la que abundan los restos de una civilización de 4.500 años, y su clima se convierten en auténticos imanes, sino que también aspectos más personales de sus habitantes acostumbrados a recibir de manera habitual la visita de turistas y un estilo de vida mediterráneo parecido al de España. «¿Lo que más valoro de aquí?, aparte de la belleza de la isla en general, el clima, la playa, me quedo con la hospitalidad, amabilidad y cercanía de la gente», apunta Carlos, quien añade con rapidez que los griegos tienen un estilo y un ritmo de vida «parecido al que tenemos nosotros en España».

Eso sí, hace una descripción de la ciudad que justifica porqué está considerada como uno de los lugares más hermosos de Grecia. «La ciudad -Réthymno- es preciosa, es la típica de casitas blancas y pequeñas, calles estrechas llenas de flores, comercios de todo tipo que sacan sus artículos a la calle dando un colorido espectacular...» Una imagen idílica bastante diferente a la que cualquier habitante de la provincia se enfrenta, si bien como cualquier soriano, los amigos, la comida de su madre y la plaza de Herradores son las carencias más significativas. Pero su estancia en la renacentista isla no se limita exclusivamente a disfrutar de sus bondades. Este joven soriano continúa sus estudios de Educación Infantil y, además, recibe clases de griego, especiales para estudiantes Erasmus. Periódicamente asiste a las tutorías previas a la realización de trabajos en inglés, una dificultad añadida para Carlos, que anteriormente cursó Magisterio en Educación Física y que ahora afronta su primera salida larga de España.