Un lugar «diverso» en el centro del planeta

«Me vine en busca de un futuro que en Soria, y en España en general, es muy complicado tener». En Rafael Suárez López -27 años en el DNI y un porvenir gestándose- se adivina una madurez trazada a golpe de decisión: «Fue difícil pero a nivel profesional estaba claro lo que debía hacer». El protagonista de esta historia -de algún modo a su pesar- marchó a Santo Domingo (Ecuador) en marzo de este año, donde ejerce de profesor en una universidad.

También trabaja en un jardín botánico «que tiene el objetivo de ser el centro de referencia para la conservación de la flora de la región», cuenta. Sobre su elección de Ecuador como lugar de residencia, asegura claramente que «no es tanto que yo eligiera venir a Ecuador como que he tenido que irme de España, en buena medida por la incompetencia de los poderes políticos y financieros, que no han sabido dar una respuesta al problema del paro».

El joven comparte casa con un compañero de la Universidad, a la que va normalmente en taxi que, según cuenta, «es el medio de transporte más frecuente. Son baratos y es más seguro que el autobús », añade. En Santo Domingo tiene relación con una docena de españoles, de los que la mitad son jóvenes que marcharon a Ecuador por la misma razón que él, en el último año y por falta de trabajo. «Solemos vernos todas las semanas, pero siempre nos juntamos con ecuatorianos», apunta. 

Imposible obviar la crisis por razones obvias, que también conocen allí «porque les toca de cerca», aunque Ecuador tiene una dinámica totalmente opuesta. El joven biólogo apunta en este sentido a los muchos ecuatorianos que han regresado desde España a su país, «donde ahora hay muchas más oportunidades. Todo el mundo tiene un familiar o un amigo que está o ha estado en España», agrega. Más allá de familia y amigos, Rafael tiene una pequeña lista de ausencias y al preguntarle qué es lo que más echa de menos responde lo siguiente: «No tener la tranquilidad de estar en un lugar seguro como es España», país del que sigue la actualidad a través de Internet y de familiares y amigos, al igual que de Soria. 

En su tiempo libre aprovecha para salir con los amigos y, si puede, viajar para conocer algún lugar. Así, ha visitado Quito y otras ciudades de los Andrés, dos volcanes, una selva en la costa norte y la playa, además de algunos lugares cercanos a Santo Domingo. Sobre el país de acogida, Rafael Suárez significa que «es increíblemente bonito y diverso», a la vez que deja otra consideración a modo de invitación o de mensaje: «Merece mucho la pena conocerlo». Cuando se le pregunta por su futuro, Rafael Suárez tiene claro que es «seguir trabajando como biólogo. ¿Dónde? -se pregunta-. Donde encuentre las mejores condiciones. Si pudiera ser en España o en Soria, «ideal, pero tienen que cambiar mucho las cosas».