Clara Alcalde, entre las aulas y paisajes como la campiña inglesa

Clara Alcalde de la Fuente, soriana de 25 años, está viviendo una experiencia única y disfrutando paisajes tan espectaculares como las campiñas inglesas, «que es cierto que son como en las películas». Es maestra de Primaria (especialidad de inglés) y trabaja desde septiembre como auxiliar de Conversación de Español en un instituto en Billericay, un pequeño pueblo del condado de Essex, en Inglaterra. Fue seleccionada por un programa del Ministerio de Educación y el British Council y no dudó en aceptar la oferta. «Pensé que era importante poder vivir en un país de habla inglesa durante un curso y perfeccionar así mi dominio del idioma. Además, siempre había querido trabajar en otro país, enseñando mi lengua a alumnos que no fueran hispanohablantes», comenta. En el último año de carrera había estado de Erasmus en Dublín (Irlanda), lo que le animó a ‘repetir’ en Inglaterra, un país que ya había visitado en dos ocasiones.

Su llegada fue «mejor de lo que esperaba, porque todos los profesores del colegio nos ayudaron desde el principio a las tres asistentes, en especial nuestros mentores que han hecho el papel de ‘padres en funciones’» . Se adaptó muy bien a su nueva vida y le ayudó mucho vivir con las compañeras de trabajo, de Alemania y Francia. Tampoco le costó adaptarse al idioma y cree que ha mejorado bastante el nivel. Y la comida es lo que más he extrañado de España, así como los horarios, «porque cenar a las seis me resulta imposible». «El clima no ha sido tan malo como esperaba, porque Essex es uno de los condados más secos de Inglaterra, pero el cielo es gris durante el invierno, lo que me hace recordar nuestro cielo azul de Soria», añade. Como anécdota, durante las primeras semanas, preparó a los alumnos una presentación sobre Soria y «se quedaron asombrados al saber que es una de las ciudades más frías de España, porque tenían la idea de que en todo el país hace calor durante todo el año».

En cuanto a su día a día, Clara pasa toda la mañana en el instituto y come con sus compañeros.Después, aprovecha para salir con sus compañeras y otros asistentes, de Inglaterra, Alemania, Francia, México..., antes de que cierren las tiendas y las cafeterías a las seis de la tarde, algo muy distinto a España. «Entre estos ratos, la preparación de las clases y hacer deporte en el colegio dos tardes, se me pasan las semanas volando...». También visita a menudo Chelmsford, la capital del condado, y Londres, para reuniones sobre el trabajo.

Sobre el lugar en el que vive explica que «el condado de Essex es curioso porque todos los pueblos son muy similares entre ellos, con una calle principal con comercios y tiendas, unaiglesia y viviendas unifamiliares alrededor. Además, es muy llano, apenas hay colinas o calles con cuestas, algo que me sorprendió». En el pueblecito en el que vive hay un parque, llamando Lake Meadows, al que le encanta ir a pasear con la bici.

En general, asegura que es un país «muy bien organizado» y «muy respetuoso» lo que le hace sentirse «segura y a gusto». Para los ingleses sólo tiene palabras buenas, porque «han sido muy cercanos y amables, pese a lo que a veces se piensa». De allí se queda con los paisajes, con las campiñas inglesas ‘de película’ y, en el apartado gastronómico, con la salsa ‘gravy’ que ponen en casi todos los platos. Clara dice que ahora allí se habla mucho sobre el referéndum de Reino Unido para decidir si salen de la UE. Sobre la crisis económica de España, se interesan y se muestran comprensivos.