El IBI y el Impuesto de Vehículos suben 3,5% para recaudar 615.000 euros

El Ayuntamiento de la capital prepara la revisión de las ordenanzas fiscales con vista a su entrada en vigor el próximo año. Este jueves el pleno dará el primer paso con la aprobación inicial de unos cambios que afectan principalmente a dos fuentes de ingresos: el IBI y el Impuesto sobre Vehículos. Ambos subirán un 3,5%, explicó el concejal de Hacienda, Javier Muñoz, tras la reunión de la Comisión del área. La inflación acumulada desde 2022, cuando se disparó como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, es la causa de la subida en contraste con la congelación en curso en 2023. De enero del año pasado al cierre de septiembre de este, el IPC se ha alzado en un 9,2%, explicó Muñoz. Todo ello hace necesario que el Consistorio cuente con ingresos «suficientes» para mantener las diferentes necesidades. La recaudación combinada con el añadido al IBI y al Impuesto sobre Vehículos será de aproximadamente 615.000 euros, indicó el edil. De ellos, 490.000 se corresponden con el IBI, una de las principales fuentes de ingresos de los ayuntamientos.

A los ajustes en estos dos impuestos hay que sumar uno de menor cuantía en la llamada Plusvalía. Y es que los coeficientes del periodo de devengo comprendido entre 2011 y 2014 se colocarán en el 0,09%. En la actualidad se encuentran a cero, ya que el Consistorio consideró la escasez de beneficios en los tiempos más complejos de la crisis financiera. Ahora se pone al día, en línea con otras ciudades del entorno. El concejal de Hacienda recordó que el coeficiente a un año es del 0,14%, un 0,45% a más de 20.

Las modificaciones se ciñen al apartado de impuestos, ya que no se incorporan cambios en las tasas y otros ingresos. «No sube ni una sola tasa este año [ahora, de cara al próximo], las tasas quedan congeladas», señaló Muñoz sobre estos pagos por servicios, ocupaciones del espacio público (por ejemplo, veladores) y otros conceptos.

Al hilo de las tasas, Muñoz anunció la intención de realizar un estudio para actualizar la categoría fiscal de las calles y, en general, analizar estos pagos por el coste de los servicios. También se verá «qué está ocurriendo en otros sitios» en el entorno de Soria.

El IBI es el gran ingreso municipal y sus cambios al alza (por el IPC o la puesta al día por las referencias catastrales) se traducen en una larga discusión entre los grupos. El dictamen en la Comisión de Hacienda salió adelante con los pronunciamientos del PSOE, mientras que PP y Vox se mostraron en contra. El impuesto (un 33% de los ingresos corrientes del Ayuntamiento, refirió Muñoz) moviliza unos 14 millones de euros, por 2,5 del referido a los vehículos.

El concejal de Hacienda explicó que los gastos se han multiplicado para todos como consecuencia de la inflación, también en los servicios que presta el Consistorio o las obras que sufraga. Advirtió además, de nuevas complicaciones. «No estamos saliendo de una» crisis «y ya se oyen noticias económicas de la siguiente», expuso en referencia a las consecuencias de la guerra en Gaza. En este contexto, «no podemos hacer trampas al solitario», afirmó en alusión a bajadas, como insta la «derecha cuando no gobierna». Cuando gobierna, «se dan cuenta de ello y, de lo prometido, nada». Muñoz lamentó el que consideró «discurso demagógico». La subida del IBI repercutirá «entre ocho y doce euros al año», avanzó. La elevación se justifica por «todos los servicios que presta a cambio» el Consistorio.

El 3,5% y el peso de los dos impuestos con ‘añadido’ no compensa la evolución desfavorable del IBI. El Ayuntamiento dispone de otras entradas para equilibrar los ingresos en relación a los gastos. En este sentido, el concejal de Hacienda recordó las «muy variables» Plusvalías (las sentencias nacionales comprometen la certeza del ingreso, de manera que de tres millones presupuestados este año se ingresará uno, se prevé), la enajenación de aprovechamientos forestales y el Impuesto sobre Construcciones. En este último resultan de gran interés las inversiones del Estado, aunque no todas están obligadas. Así, el Centro de Datos de la Seguridad Social deja 2,7 millones en las arcas locales. El Centro de Acogida a Refugiados o el polideportivo comprometido por el Gobierno y ligado al servicio humanitario incrementarán las entradas.

Por otra parte, la Comisión de Hacienda dictaminó con la abstención de la oposición una modificación presupuestaria por importe de 820.000 euros. El transporte urbano, los gastos de San Juan y las transferencias a clubes deportivos o la inclusión de eventos en este área no presupuestados, debido a que no se poseía la certeza de su concesión, consumen gran parte de las inclusiones de gasto. También se asumen 180.000 euros para contratar la gestión de las nóminas de los trabajadores locales. Esto podría licitarse el próximo año, pero conllevaría una realización «más deficiente» durante meses en su elaboración.

Desequilibrio del autobús: 318.000 euros

Uno de los fines de la modificación presupuestaria es asumir el sobrecoste del servicio de autobús. El Ayuntamiento se consideraba ‘blindado’ en este apartado, al cerrar la subvención en medio millón al año, según las condiciones de contratación (adjudicación, 2016). El caso es que se ha producido un desequilibrio acumulado de 318.000 euros. La empresa lo ha reclamado judicialmente y le han dado la razón. De los 318.000 euros, hay una parte pagada, por lo que la modificación asume 230.000 euros. El concejal de Hacienda, Javier Muñoz, explicó que la empresa rebajó la ayuda a 450.000 euros en su oferta. Esta aparente facilidad no ha sido tal, ya que la empresa reclamó un desequilibrio. Vistos los antecedentes, el tope y la oferta de la empresa Avanza, el Consistorio consideró que no procedía y que el desajuste corría a riesgo y ventura de la firma. La Justicia ha opinado diferente, entre otras cosas por un cambio normativo que señala que en el transporte «no hay riesgo y ventura».

El IPC afectó a San Juan: un 15% más caro

La inflación del año pasó una considerable factura a los gastos relacionados con las fiestas de San Juan, que vieron cómo se dispararon en algunos casos. Entre unas cosas y otras, los festejos salieron un 15% más caros. Y es que la suma de necesidades moviliza al año aproximadamente un millón de euros. Y en 2023 se conoció un incremento de 150.000 euros. Una fracción ya se ha remediado, considerando diversas partidas, pero quedan 40.000 euros pendientes en Festejos, que se asumen mediante la modificación presupuestaria.

«Un incremento bastante sustancial», declaró de manera general el edil de Hacienda, Javier Muñoz. Por ejemplo, el pliego de los autobuses a Valonsadero consideraba 27.000 euros, pero el concurso quedó desierto y hubo que elevar la cantidad a 72.000. Para las tajadas para las Cuadrillas se estimaban suficientes 150.000 euros y la realidad los elevó a 198.000. Muchos contratos pequeños conocieron cambios parecidos.