Heraldo-Diario de Soria

La capital

Una odisea en silla de ruedas por los autobuses urbanos de Soria

Una vecina de la capital relata los problemas de su madre con la rampa o los cinturones de seguridad y señala que es algo generalizado entre las personas con escasa movilidad

Usuaria de los autobuses en silla de ruedas.

Usuaria de los autobuses en silla de ruedas.MONTESEGUROFOTO

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Soria

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Rampas del autobús que no se abren, anclajes de seguridad rotos, cinturones que no cumplen su función por no estar bien colocados o por falta de mantenimiento, quejas continuadas sin soluciones... este es el panorama al que se enfrentan usuarios del autobús urbano con problemas de movilidad personificado en una mujer de 88 años en silla de ruedas, R.R.S., cuyo caso ha sido denunciado por su hija, A.A., una vecina de la de la capital soriana. Es una auténtica odisea en silla de ruedas cada vez que tiene que utilizar una línea de autobús municipal, a tal punto que después de hablar correlativamente con conductores, encargado de la empresa adjudicataria de los autobuses y concejala de Servicios Locales, su siguiente destino será el alcalde de la capital, para ver si se pone coto a un problema que dura meses. El caso no solo atañe a las sillas de ruedas convencionales. En el caso de las eléctricas se agrava por su peso, y otros vecinos de la ciudad han tenido que desistir directamente de utilizar el transporte urbano ante las enormes dificultades que sufren. Incluso, algunos han pedido una factura al taxi para que sea el Ayuntamiento de Soria quien lo costee por no poder acceder a los buses.

La vecina de la ciudad se enfrenta a este problema desde noviembre del año pasado, cuando su madre se convirtió en usuaria del servicio en silla de ruedas. «Las dificultades a las que tienen que hacer frente las personas que sufren una discapacidad son increíbles, no solo en nuestro caso. Yo he visto a personas con bastones, con andadores o en sillas de ruedas los problemas que sufren».

En el caso de su madre, los problemas con la rampa que permite a la persona bajar sin problemas del bus o los cinturones de seguridad con anclajes son típicos. «En invierno nos decían que no bajaba la rampa por la sal. Nosotros lo hemos sufrido en todas las líneas, en la 1, 2, 3, 4 y en la circular, y en la del polígono no lo sabemos porque no la hemos utilizado. He hablado con el responsable de Avanza en Soria cinco veces y hace unos días le dije a un conductor que el autobús no se movía si mi madre no iba con el cinturón correctamente abrochado». En una ocasión, incluso, su madre iba sujeta por ella y por otros dos usuarios para parapetarla. «Una vez en la cuesta de La Arboleda se giró y en otra ocasión el cinturón estaba directamente cortado por algún problema que habían tenido».

Yen cuanto a la rampa, se necesita la ayuda de otras personas para poder descender o subir. «En Mariano Granados no hay ni plataforma», añade, «y en la parada del Mirón», por las obras, «está casi a ras del suelo y el bus no se acerca a la acera, y lo mismo pasa en la avenida de Valladolid».

La conclusión es que «los autobuses urbanos de Soria no están preparados para recibir a personas con problemas de movilidad, y la accesibilidad es por ley». A esto hay que añadir que los conductores, «que la mayoría tienen un gran comportamiento, no pueden ayudarte porque pueden sufrir alguna lesión. «Los conductores dicen que transmiten las quejas pero el encargado luego dice que no las tiene, yo la verdad es que cruzo los dedos cada vez que nos subimos a un autobús».

Servicios Locales está al tanto de estas dificultades, no solo por esta vecina de la ciudad, sino por otros usuarios que directamente han tenido que desistir de viajar en el urbano. «Hay un compromiso de la concejal para que así sea y que iba a hablar con la empresa». Incluso, en una ocasión, «hablé con la Policía Local para que se levantara un acta».

Los problemas de movilidad en la ciudad no son nuevos. Las obras de las travesías están ocasionando también muchos problemas en las zonas de rebajes que se han eliminado y los adoquines no son los mejores ‘aliados’ para las personas que circulan con una silla de ruedas.

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