Sucesos
La investigación apunta a la asfixia como causa de la muerte de la madre del detenido en Soria
El atestado policial está a la espera del informe de la autopsia del cuerpo de la víctima, de 75 años, que presentaba signos de violencia. Los vecinos aseguran que el hijo, detenido como autor de la muerte, era una persona "problemática"
Los hechos ocurrieron en el número 2 de la calle Obispo Agustín de la capital soriana.
La investigación del fallecimiento de una mujer de 75 años en Soria la madrugada del pasado lunes en su domicilio de la calle Obispo Agustín de la capital soriana apunta a la asfixia como causa de la muerte, según indicaron fuentes próximas, por lo que se investiga como una muerte no natural ya que el cuerpo de la víctima presentaba signos de violencia. Así lo indicaban ya los indicios en la primera inspección ocular del cadáver y del propio piso por parte de la Policía Nacional, lo que motivó que procediera a la detención de su hijo, de 35 años, que desde el lunes se encuentra en dependencias policiales como presunto autor de la muerte violenta de su madre, según informó en su momento la Subdelegación del Gobierno, a la espera de lo que determine la autopsia para pasar a disposición judicial.
El atestado policial todavía está pendiente de conocer los aspectos que determine el Instituto de Medicina Legal y Forense, lo que condicionará que el detenido sea derivado a sede judicial, indicaron fuentes judiciales.
Asimismo, según pudo saber este periódico de fuentes vecinales, el joven detenido, que convivía a temporadas con la madre, era "un poco problemático", e incluso se le relaciona con el consumo de sustancias estupefacientes.
Los vecinos, que han ido prestando declaración sobre lo sucedido ante la Policía Nacional, indicaron que esa madrugada escucharon los gritos del hijo, pero ya cuando había acudido la ambulancia, a la que él mismo había avisado a las 5.42 horas, según informó en su momento el Servicio de Urgencias y Emergencias 112 de Castilla y León.
Aseguran que la mujer, "muy amable", presentaba últimamente un aspecto más delgado y deteriorado, aunque no habían escuchado con anterioridad discusiones entre ambos en el edificio, donde residían desde hace años.
El detenido trabajaba a temporadas, como soldador, en Aranda de Duero, de donde procedía la madre, y en el edificio no había causado ningún incidente, según comentaron los vecinos.