La granja avícola más tecnológica de España está en un pueblo de Soria: inteligencia artificial y sensores para medir el pienso

Cámaras con Inteligencia Artificial instaladas en la explotación.
Gestión inteligente y digitalización de la explotación de principio a fin. Un pueblo de Soria alberga una explotación avícola con el más alto sistema de digitalización posible. La explotación está desarrollando el proyecto Simbav (Simbiosis Agroavícola), impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y cofinanciado por la Unión Europea, que incorpora herramientas tan curiosas como cámaras de Inteligencia Artificial que permiten ver el estado de salud de las aves.
El proyecto busca la modernización del sector a través de estrategias de digitalización y de economía circular, mejorando la competitividad de la explotación a partir de la gestión eficiente de los recursos y se lleva a cabo en Avícola El Charcón, una granja de pavos que hay en El Burgo de Osma. No es la primera vez que esta firma soriana participa en un proyecto europeo en torno a la modernización del sector, en aquel caso con AviEnergy.

Las crías de pavo se recibirán la próxima semana.
Su responsable, Raúl París, destaca el alto grado de modernización de la granja que supone la incorporación de este proyecto europeo. La iniciativa se basa en "una serie de mejoras tecnológicas, con Inteligencia Artificial, algoritmos, sensores de todo tipo como los analizadores de redes para saber lo que consume cada aparato en cada momento", esto es, en tiempo real, explica el empresario avícola.
El Charcón forma parte de un grupo operativo multidisciplinar con ocho participantes de tres comunidades: Galicia, Castilla y León y Extremadura. Todos ellos forman parte de la Asociación Europea de Innovación en agricultura productiva y sostenible, para impulsar la innovación en el sector agroalimentario y forestal.

Analizadores de redes.
Los miembros de este grupo operativo tienen intereses comunes: son agricultores, ganaderos, empresas, centros de investigación o de formación y divulgación, que se asocian para poner en marcha un proyecto de innovación. Cada uno de los socios lleva a cabo una parte del proyecto, el cual tiene un presupuesto de 597.650,57 euros.
Técnicos del proyecto han visitado ya la explotación soriana, donde se han instalado diferentes sistemas. "Se pone en marcha a partir de esta próxima crianza", que comienza la semana que viene con la llegada de los pollitos, cuenta el promotor, explicando algunos de los avances. La puesta en funcionamiento del proyecto permitirá saber el gasto energético en tiempo real -luz, propano...-. o la cantidad de pienso que va quedando en el silo, a partir de unas ondas que lanza un sistema colocado en la parte superior del silo. Asimismo, "las cámaras de inteligencia artificial van detectando qué animal está bien, cuál peor, donde pueden estar los problemas y adelantarse a las posibles enfermedades".
Según París, hay sensores que miden el amoniaco, la humedad y el CO2 de la granja y otros que permitirán saber el pienso consumido y acumulado, así como ondas que miden la temperatura.

Sensores para saber el pienso consumido y acumulado en los silos.
Según la dirección de este proyecto europeo, la iniciativa comienza con el diseño e implementación de un sistema de sensorización avanzada, un sistema de comunicación y una base de datos que permitan el análisis de la información sobre el bienestar animal y los consumos energéticos de la granja. Luego, a través de la implementación de algoritmos predictivos se optimizan los consumos energéticos existentes.
El proyecto tiene muy definidas todas las líneas de actuación y una de ellas es el aprovechamiento energético, que prevé mejorar en la medida de lo posible el proceso de secado y combustión de deyecciones avícolas, para lograr el mayor aprovechamiento energético posible.
"Además, se pretende también optimizar el proceso de gasificación de pollinaza y pavinaza, así como la co-gasificación de las mezclas de estos residuos con poda de vid, para mejorar la calidad del gas de síntesis producido y minimizar la emisión de contaminantes", explica la web del proyecto.
Uno de los objetivos de la iniciativa es adoptar medidas para la reducción del consumo de agua de la red de la explotación, "actuando sobre las actividades que demandan un mayor volumen" y, además, cuantificar la reducción del coste energético que se vaya produciendo en la explotación, concretan fuentes del proyecto.
En el área de la energía, el proyecto en el que está involucrada la granja burgense "pretende aprovechar los subproductos obtenidos en la valorización energética de los biocombustibles para aportación de nutrientes a suelo". En este sentido, se prepararán fertilizantes líquidos a partir de las cenizas del proceso para realizar ensayos.
Del mismo modo, y ya en la recta final, se realizará una evaluación ambiental y técnico-económica para ver la gestión eficiente de los recursos, que proporcione información sobre la viabilidad y beneficios de potenciales de las soluciones propuestas en el proyecto.

Sensores de amoniaco, humedad y CO2.