La compraventa de vivienda en Soria cae un 25% hasta el primer semestre
Las 292 unidades que cambian de manos hasta junio contrastan con las 392 del mismo periodo de 2024 y las casas nuevas apenas representan un 4% del total

Vista de la capital
La compraventa de vivienda en la capital experimenta un considerable retroceso en lo que va de año. Si el pasado registraba una de las más elevadas marcas de los últimos ejercicios, en la actualidad se está produciendo una desaceleración de las operaciones, que pueden cifrarse en un 25% menos. Es lo que resulta de la elaboración de los datos del Ministerio de Vivienda para el primer semestre del año, que detectan cómo 292 unidades cambiaron de manos hasta junio. En el mismo periodo de 2024 constaban al Ministerio nada menos que 392 transacciones, un centenar más que en la más reciente de las referencias.
No es que las 292 unidades supongan una cifra desdeñable, al revés, se trata de una magnitud potente desde la perspectiva histórica. Pero sí se ha producido una ralentización y pérdida respecto de los niveles más recientes. Y es que, por ejemplo, en 2022 y 2023 se partía, respectivamente para un primer semestre, de 416 y 340 operaciones de compraventa. Unos niveles casi inéditos desde las complicaciones financieras de 2008 y que ahora vienen a sufrir un relativo parón. Relativo, ya que las 292 también suponen uno de los escalones más amplios desde aquellas dificultades que afectaron especialmente al sector inmobiliario. En 2008, en los primeros compases de la crisis, los volúmenes hasta junio se colocaban en 260 compraventas, que un año después habían crecido a 282. Y es que las dificultades llegaron a Soria con retraso, de manera que fue en 2012 cuando las operaciones tocaron fondo, con apenas un centenar en los primeros seis meses de aquel ejercicio.
Las conclusiones del segundo semestre de 2025 son también destacables desde el punto de vista de la tipología de la vivienda. La nueva, que desde hace bastantes años sigue siendo la opción minoritaria de los compradores, toca prácticamente su suelo absoluto desde que hay estadísticas.
Resulta que entre enero y junio únicamente 13 de las 292 viviendas que cambiaron de manos tenía menos de cinco años de antigüedad. Esto es, sólo el 4% del total de las operaciones se centró en vivienda nueva, un escenario completamente novedoso en dos décadas. Hay que remontarse a 2005, el año anterior a la entrada en vigor del PGOU; para encontrar un porcentaje similar. En 2006 la proporción había crecido hasta el 45% y un año después las casas nuevas suponían ya el 49% del mercado. Su auge en la capital se desencadenó en 2009, cuando casi tres de cada cuatro unidades vendidas tenía menos de cinco años de antigüedad. Si bien a partir de 2012 la proporción nunca ha sobrepasado el 50%, tampoco había llegado a un nivel tan ínfimo como ese 4%.
Desde el punto de vista de los ejercicios completos, en 2024 se registraron 757 transacciones. Fue una de las marcas más elevadas de la serie histórica, pues habría que remontarse nada menos que a 2006 para encontrar un volumen superior. Entonces al Ministerio de Vivienda le constaban 874 operaciones. En 2022 y 2023 las cifras en la capital quedaron, respectivamente, en 710 y 647.