La Junta de luz verde a la declaración de impacto de la mina de Borobia

 

El Boletín Oficial de Castilla y León publicó ayer el informe favorable de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta sobre la declaración de impacto ambiental de la mina de magnesitas de Borobia. Después de más de una década de estudios y polémicas, Magnesitas de Navarra ha superado el principal obstáculo para la puesta en marcha de la mina a cielo abierto denominada San Pablo, aunque queda por delante la solicitud de autorizaciones a otras instituciones.

La declaración se refiere al proyecto de explotación, plan de restauración y estudio de impacto ambiental, dejando claro que la construcción de la fábrica de tratamiento de mineral requerirá de un nuevo procedimiento administrativo. La autorización contempla un área de explotación de 41,3 hectáreas. Estará ubicada a 4,8 kilómetros de Borobia, 5,3 de Purujosa, más de 9 kilómetros de Calcena y cerca de 4 de Pomer. Se prevé una vida de 33 años con una producción de 180.000 toneladas al año.

La zona tendrán acceso desde la carretera SO-P-2102. Con el fin de proteger el entorno y evitar el traslado del polvo del mineral, se obliga al promotor a adoptar una serie de medidas tales como instalación de plataformas de lavado de ruedas y bajos de los vehículos. Además, se prevé el vallado de la zona para evitar la entrada de fauna salvaje.

El suelo estará protegido llevando a cabo las labores de restauración de forma gradual a medida que avance el proyecto de forma que la superficie a restaurar sea la mínima. También se protegerán las aguas a través de muestreos periódicos llevados a cabo por una empresa independiente y la redacción de informes trimestrales. La protección de la atmósfera se realizará con el riego periódico de todo el perímetro y materiales con el fin de evitar levantar polvo. La contaminación acústica también deberá ser controlada, sobre todo durante las voladuras, adaptándose esta práctica a la normativa vigente.

 

 

 

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