Pinochazos ‘de hoy en un año’

Las mujeres visontinas se vistieron con el traje de piñorra tradicional para celebrar el rito de la Pinochada y poder golpear a los hombres presentes en la plaza pronunciando la frase «de hoy en un año» a la que los golpeados responden «gracias» en señal de agradecimiento por la ayuda prestada en batalla. Algo más de 320 mujeres se ataviaron el traje regional y recogieron su pinocho en la plaza de la Soledad, para subir hacia la plaza Mayor y celebrar el ritual que tanta tradición y atractivo turístico atesora por su singularidad y sus profundas raíces históricas.

La disputa data de unas fechas en torno al siglo XII cuando Covaleda y Vinuesa peleaban por la imagen de la Virgen del Pino, sita en la rama de un pino cuyas ramas estaban en el término covaledense pero las raíces pertenecían al visontino, por lo que no estaba claro a quien le pertenecía la imagen. La Virgen fue escondida en el monte al parecer por el miedo a que con la conquista musulmana los sarracenos la robaran y se apropiaran de un símbolo que pertenecía a la comarca pinariega. Los visontinos perdían en la trifulca hasta que llegaron las mujeres armadas con pinochos, que son ramas de pino, y hicieron retroceder a Covaleda, consiguiendo la imagen de la Virgen del Pino que hoy se venera en las fiestas patronales visontinas.

El ritual comenzó a las 10.30 horas con la entrega de pinochos y el desfile de piñorras por la calle Reina Sofía hasta desembocar en la plaza Mayor. Allí los capitanes de las cofradías, este año Luis O’Connor por parte de la Virgen del Pino, la de los casados y Rodrigo Nieto por parte de la de San Roque o los solteros, llevaban un escudo y los demás cofrades iban agarrados a él y entre ellos, formando una fila y con el sable desenvainado. Posteriormente dieron varias vueltas alrededor de la plaza y se encontraron tres veces, en las que descargaron sablazos contra la cofradía rival.

 

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