Cada burgense separa 10,7 kilos de envases al año para que se reciclen

El Ayuntamiento de El Burgo de Osma fue pionero en la provincia en el reciclaje de envases ligeros. Ocho años después de que comenzase el uso de los contenedores amarillos, las cifras avalan el ‘éxito’ de la medida. Según informó el propio Consistorio a través de la web municipal, sólo el año pasado cada vecino separó 10.696 kilos de envases para su posterior reciclado. Una familia ‘tipo’ de cuatro miembros en la media habría permitido recuperar más de 42 kilos de material que hasta 2004, año de puesta en marcha del servicio, hubiese acabado en un vertedero.

Durante el año pasado se depositaron en los contenedores amarillos destinados a envases ligeros un total de 53.480 kilogramos de estos residuos. En los últimos 7 años se han recogido un total de 341.360 kilos o, lo que es lo mismo, hay 341 toneladas menos de plásticos, tetrabricks y similares en la ‘basura’ gracias a este plan.

No obstante, la recogida creció con fuerza en sus primeros años pero en los dos últimos se estancó ligeramente e incluso se registraron leves descensos. Aun así, no se baja de las 50 toneladas. Así, se alcanzaron los 54.160 kilos en 2005; 33.330 en 2006; 41.650 en 2007, 47.450 en 2008; 54.890 en 2009, 56.400 en 2010; y 53.480 en 2011. Esta cantidad supone una media anual en estos siete años de 48.766 kilos, según recoge el Ayuntamiento a través de su página en internet. De esta forma, el último ejercicio se cerró con casi cinco toneladas por encima de la media.

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