El piloto del ultraligero que se estrelló en Garray tenía la licencia hace un año y contaba con 80 horas de vuelo

«El accidente fue una suma de decisiones erróneas», explicó ayer a DIARIO DE SORIA /EL MUNDO, el instructor de vuelo y amigo de los fallecidos, Yago M. Osset, en el accidente aéreo que tuvo lugar el sábado al caerse un ultraligero, cerca del aeródromo de Garray.

Los dos fallecidos, R. O. M., de 50  años, y V.R.A., de 47 años, habían aprendido a volar en la Escuela de Vuelo de Ultraligeros de Olocau (Valencia). Los dos habían superado la fase de aprendizaje. El piloto contaba con la licencia hace un año y había volado 80 horas, mientras su acompañante tenía alguna hora menos de vuelo que, «son pocas, pero suficientes para realizar un viaje sencillo», como el que hicieron el sábado entre Valencia y Soria.

Yago Osset dijo que el accidente aéreo se produjo en condiciones meteorológicas «un poco difíciles, pero abordables para la experiencia que tenían». Según el experto y su profesor de vuelo, el primer error que cometieron fue la elección de la pista grande del aeródromo de Garray para realizar el  aterrizaje, orientada este-oeste, cuando el viento que soplaba era del norte, «los aterrizajes se tienen hacer contra el viento y a ellos les  daba de lateral».