Instituciones y esquiadores ven con «pena» las trabas a Santa Inés

La prohibición por parte del Ayuntamiento de Montenegro de Cameros de utilizar la pista de esquí de fondo de Santa Inés por cuarto año consecutivo deja sensación de «pena» entre las instituciones y los esquiadores sorianos. Las puertas a un acuerdo siguen abiertas, pero para ello se reclama que desde el Consistorio montenegrino se muestre mayor flexibilidad.

La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Soria, Ana Calvo, lamentó que «no hemos recibido comunicación alguna de negociación» para esta campaña y aseveró desconocer si la Mancomunidad de los 150 Pueblos estaba en igual situación. DIARIO DE SORIA / EL MUNDO intentó ayer ponerse en contacto con su presidente, Miguel Bonilla, para confirmar este extremo si bien no fue posible.

Calvo, por su parte, recordó que la pista de esquí de fondo «está dentro de la concesión. Se ha intentado negociar con él», en referencia al alcalde de Montenegro, José García-Olalla, «pero no ha habido manera». Asimismo recordó que con el anterior regidor municipal se había firmado el documento en el que la pista estaba incluida, por lo que «no se puede entender» el giro que han tomado los acontecimientos en los últimos años.

«Es una pena, una lástima, porque no es sólo de Soria capital sino de toda la provincia», prosiguió la responsable capitalina de Medio Ambiente. «Ha servido para que nuestros niños tomen contacto con la nieve en el ‘bautismo blanco’ y sobre todo tiene una función social. El problema es que él», por García-Olalla, «no ve eso, no ve la función social para toda la zona».

Respecto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo, Calvo explicó que «la situación es la misma de otros años», con la mano tendida desde el Ayuntamiento soriano para intentar resolver la situación. Eso sí para ello se plantea «algo más realista» que los 12.000 euros que reclamó como mínimo Montenegro en ejercicios anteriores para permitir el uso de la pista. Desde el Ayuntamiento de Soria se apunta como un punto de partida «la tasación de la Junta», que bajó la cifra a 1.500 euros anuales.

«Pena, mucha pena» es lo que sentían también en el Centro Excursionista Soriano (CES) según apuntó ayer su presidente, José Luis Catalán. «Nos avergüenza que personas así», como el alcalde de Montenegro, «pongan trabas en lugar de colaborar y participar para que aquello vaya adelante. Se empeña en poner pegas y trabas y está perjudicando también la imagen de la provincia de Soria».