Los antitaurinos estudian si se vulneró la celebración del Toro Jubilo

Activistas de agrupaciones antitaurinas estudian con detenimiento el reglamento y las ordenanzas que regulan la celebración del Toro Jubilo para comprobar si se vulneró la celebración del festejo el pasado día 15 de noviembre en Medinaceli e interponer las correspondientes denuncias. Alguna de ellas, como Vox Anima, se desplazó la semana pasada hasta el Ayuntamiento de la localidad para recoger la documentación sobre la fiesta.

Otras agrupaciones, como la Asociación contra la tortura y el maltrato animal (ACTYMA) ha anunciado en las redes sociales su intención de denunciar el espectáculo porque vulnera la ley. 

Activistas de estos grupos y de otros antitaurinos participaron en la noche del sábado en la protesta  para solicitar la abolición del festejo que terminó con fuertes disturbios y altercados entre parte de los  manifestantes y los miembros de las Fuerzas de Seguridad. La noche se saldó con cuatro detenidos, miembros de diferentes agrupaciones animalistas, y 51 identificados por desorden público y resistencia a la autoridad. Los detenidos prestaron declaración en el Juzgado de Almazán y quedaron en libertad con cargos. La Subdelegación tramita las correspondientes sanciones administrativas para el medio centenar de identificados, a los que se les notificará la correspondiente multa. Todos ellos formaron parte del grupo de las personas que ocuparon el ruedo y se ataron a la estaca para evitar que se celebrase el festejo.

Los antitaurinos también estudian interponer posibles denuncias  por los insultos, las amenazas y agresiones que dijeron que recibieron por parte de vecinos y público que se había desplazado en la noche de la fiesta.

La celebración del Toro Jubilo cuenta con la declaración de Espectáculo Taurino Tradicional por parte de la Junta de Castilla y León desde el 18 de septiembre del año  2002. Se encuadran dentro de esta denominación aquellos espectáculos taurinos tradicionales cuya celebración arraigada lleve a cabo en la localidad «desde tiempos inmemoriales y de acuerdo con la costumbre del lugar». Para ello se tuvo que acreditar una antigüedad de celebración de al menos 200 años.