Torreznos contra el frío

Los vecinos -y bastantes visitantes- de Quintana Redonda combatieron ayer el frío de la mejor manera posible, celebrando la matanza tradicional y dando buena cuenta de los energéticos productos del cerdo.

Desde primera hora de la mañana los matanceros comenzaron las labores para preparar todo, fuego incluido, para dar buena cuenta del animal. No faltó ni el moscatel ni las pastas que, dentro de lo posible, reconfortaban los cuerpos.

En torno a las 10.00 horas llegó el turno del sacrificio, en el que los participantes tuvieron que esforzarse al máximo para convertir al animal en una nutrida colección de piezas de carne. Las migas y los torreznos, junto con algún tímido rayo de sol, hicieron que la expectación fuese a mayores.

Tocó entonces ir aprovechando los distintos tajos del animal para elaborar chorizos y morcillas según los cánones tradicionales, que también se trata de mostrar una labor tan arraigada a las nuevas generaciones. Esperaba una sabrosa pitanza con alubias, costilla y lomo para comprobar que no hay parte mala del cochino, sobre todo cuando el frío aprieta y se llevan tantas horas trabajando con ahínco para tener todo preparado.

«Hemos tenido mucho frío, pero ha ido todo muy bien», resumía el alcalde de Quintana, Evaristo Manrique. En total, algo más de 300 personas se habían sumado a la iniciativa, ligeramente por debajo de las cifras del año pasado pero «no está mal teniendo en cuenta el tiempo», explicó el regidor municipal. La idea es que «si es posible», se siga manteniendo esta tradición recuperada para añoranza de los mayores, conocimiento de los jóvenes... y convivencia entre todos en torno a la mesa. Hasta ahora, las cifras acompañan en lo que se ha convertido en un auténtico día de fiesta, verbena incluida.