El Procurador del Común actúa de oficio al detectarse nitratos en el agua

El Procurador del Común de Castilla y León llevó a cabo una única actuación de oficio durante el pasado año, tal y como recoge el informe de las actividades llevadas a cabo por la entidad durante 2017. Esta actuación afectó a la localidad de Velilla de la Sierra y a los problemas, que se agravaron en 2016, de la presencia de nitratos en el agua de boca.

«Como cada año hemos tramitado de oficio varios expedientes en relación con las restricciones en el abastecimiento que sufren algunas localidades de nuestra Comunidad motivadas fundamentalmente por la presencia en el agua que se suministra a la población de nitratos, arsénico u otros contaminantes, concluyéndose varios expedientes iniciados el año 2016: en concreto el expediente en relación con la presencia de trihalometanos en el agua de consumo en distintas localidades abastecidas por la Mancomunidad de Aguas Sayagua (Zamora), el expediente por los problemas generados por la presencia de nitratos en el abastecimiento de la localidad de Villanueva de Jamuz (León), y por la detección de niveles elevados de este mismo contaminante en el agua de consumo de las localidades de Matilla de la Vega (León) y Velilla de la Sierra (Soria)», recoge el informe.

En todos estos casos examinados por el Procurador del Común, se estudiaron «especialmente» las medidas adoptadas por las administraciones «para poner fin cuanto antes a la situación de imposibilidad de utilización del servicio público», como la búsqueda de captaciones alternativas o la instalación de sistemas de filtrado. Y es que esta figura considera que se trata de «un servicio esencial» sin el cual resulta «muy difícil para los ciudadanos realizar sus labores diarias».

El Procurador del Común mostró además su interés por los «sistemas que se arbitran en cada caso para facilitar los suministros alternativos mientras se recupera la normalidad en el ordinario» y comprobó «si se está facilitando o no por las administraciones implicadas una completa información a todos los ciudadanos, tanto respecto de las causas que han motivado que el agua haya sido declarada como no apta para el consumo, como respecto a las medidas que se adoptan para paliar estas deficiencias y en fin, sobre los plazos que se manejan para poner fin a la situación excepcional que se ha producido».

En este sentido, la institución inició durante 2017 nuevas actuaciones de oficio «a raíz de la publicación por los medios de comunicación de este tipo de situaciones».

Los problemas se agravaron en verano de 2016, cuando los vecinos de Velilla de la Sierra dejaron de poder beber agua del grifo. El acuífero del que se realiza la captación estaba contaminado por los vertidos de fertilizantes que se empleaban en los cultivos agrícolas existentes en la zona, tal y como confirmaba entonces el alcalde de la localidad, Antonio Mateo. En uno de los análisis que realizó la empresa que se encarga de esta labor, los resultados revelaron que las muestras de agua poseían un elevado contenido de nitratos por lo que se aconsejó no beber el agua de la red de suministro, sobre todo, los niños, mujeres embarazadas y personas enfermas.

Sin embargo, el agua del grifo sí podía emplearse para otros usos domésticos no relacionados con el consumo, como son la ducha y la limpieza.

Esta era la primera vez que este municipio padecía este problema, motivo por el cual el Ayuntamiento lo decidió advertir a los vecinos a través de carteles colocados en varios sitios públicos.

La localidad apenas cuenta con tres vecinos durante los meses invernales, pero en agosto el número puede aumentar hasta los 40.

Esta situación llevó al Procurador del Común de Castilla y León a actuar de oficio para evitar que, en la medida de lo posible, este hecho se repitiera y asegurarse de que las administraciones involucradas adoptadas las medidas oportunas para subsanar el inconveniente al que tuvieron que enfrentarse los residentes de la localidad soriana.