Sólo en uno de cada tres pueblos hay tiendas de productos básicos

Olvidar comprar una botella de aceite puede ser en algunos lugares problemático. Sólo uno de cada tres municipios de la provincia cuentan con tienda de productos básicos, esto es, de primera necesidad. En el medio rural soriano se contabilizan 324 establecimientos comerciales, que se localizan en 54 municipios.

Teniendo en cuenta que la geografía provincial cuenta con 182 municipios (sin contar la capital), la regla de tres se antoja desalentadora: únicamente el 30% de los municipios disponen de un comercio con productos básicos. El resto, nada menos que 128 municipios no disponen de tienda.

Es la radiografía que muestra un estudio sobre la situación del comercio en el medio rural elaborado por la Diputación, presentado ayer ante medio centenar de alcaldes, junto con unas jornadas sobre el sector que comienzan la próxima semana.

El estudio ofrece un análisis y un diagnóstico de las necesidades del comercio en el medio rural y ha sido elaborado en el marco del III Plan de Comercio que impulsa la Junta, a través de la subvención concedida en su día a la institución provincial para la contratación de dos técnicos que han elaborado un informe de campo y pueblo a pueblo.

No por «previsibles» las conclusiones dejan de ser preocupantes: de los 128 municipios sin un comercio de primera necesidad, once están vendidos (en lenguaje coloquial), ya que carecen además de venta ambulante o mercadillo. Un tipo de comercio frecuente en parte de la provincia, donde la visita de la furgoneta del frutero, el pescadero o el panadero resulta casi necesidad vital. A tres de esos 11 pueblos llega la venta ambulante en verano, según explicó la vicepresidenta, Esther Pérez, en su comparencia a los medios.

El informe recoge que, entre los pueblos que reciben venta ambulante, la frecuencia de suministro va de uno a siete días, «que se salva en verano por el aumento de población». Así pues, la provincia está en «una situación mejorable» en cuanto al comercio, teniendo en cuenta además que en los 128 municipios sin comercio «los habitantes, por lo general personas mayores, tienen que hacer largos desplazamientos para abastecerse». Este déficit comecial se refleja además en que hay menos de 6,5 tiendas y menos de 0,3 metros cuadrados de superficie de supermercados por mil habitantes.

El estudio centra también su atención en la cobertura comercial en zonas turísticas. En este sentido, cifra en medio centenar los municipios considerados «potencialmente turísticos», que cuentan con 470 establecimientos comerciales (primera necesidad y otros), de los cuales la mitad podrían optar a líneas de subvenciones previstas por su actividad económica, según explicó Pérez. Una docena de pueblos del área turística no tienen tienda y «son nichos potenciales de mercado por la buena ubicación de Soria para captar clientes».

El estudio sobre comercio rural esboza también el sector desde el punto de vista laboral, en el que el dato más sobresaliente es que el 63% de los trabajadores son autónomos, con «un interesante» porcentaje en cuando al número de mujeres, el 38%. Mientras, menos del 5% son extranjeros.

Las nuevas tecnologías suponen, también aquí, una problemática: el cien por cien de las tiendas rurales tienen teléfono, pero no siempre es fijo. El acceso a internet se queda en el 75%. Y sólo una de cada cuatro (el 25%) tiene página web. El porcentaje desciende sobremanera si hablamos de venta electrónica, sólo el 10% y en Golmayo, por el centro comercial de Camaretas.

El estudio refleja una realidad venidera: la falta de relevo generacional de los comercios que funcionan en el medio rural. La antigüedad media de los negocios es de unos 20 años. Soria cuenta con 1.200 trabajadores ligados al medio rural soriano, si bien la mayoría de las tiendas cuentan con un solo trabajador, lo que ocurre en 269 tiendas.

Los autores del informe han sido Susana Oroz y Carlos Cortes, encargados de un trabajo coordinado por el jefe del departamento de Desarrollo Económico, Sebastián Llorente.

Diagnóstico y necesidades pero también reclamaciones. La vicepresidenta trasladó algunas de las quejas del sector, tampoco nuevas, pero para considerar. Los comerciantes del medio rural lamentan la «excesiva burocracia» y reclaman «ayuda directa, que bien podría ser una baja cuota de autónomos o en el impuesto del IRPF». Este extremo se está estudiando dentro de las ayudas del Plan Soria, según indicó Esther Pérez.