Ibrahima se marca un plazo de 15 días para regresar al grupo

El delantero del Numancia cedido por el Atlético de Madrid, Ibrahima Balde, señaló ayer que se marca un plazo de dos semanas antes de regresar a los entrenamientos con el equipo si bien matizó que todo iba a depender de sus propias sensaciones a lo largo de los próximos días y de los consejos de los servicios médicos. El futbolistas pidió perdón a los aficionados rojillos por incorporarse con retraso al trabajo en el equipo soriano y narró de primera mano la aventura vivida en su país con un taxista que le robó sus pertenencias.

 

Ibrahima llegó a España el pasado miércoles a la seis de la mañana y nada más aterrizar se pasó por la clínica Fremap para una revisión y tras la misma se desplazaba a Soria. Ayer regresaba a su proceso de recuperación bajo la supervisión de Patxi Bedia y apoyaba por primera vez el pie derecho en el que fue intervenido quirúrgicamente. Nada más salir de los vestuarios, el jugador rojillo pedía disculpas a los aficionados por su retraso en volver a la disciplina del equipo. «Lo primero que quiero es saludar a todos los aficionados del Numancia y pedirles perdón por mi retraso. Tenía que estar aquí el día 26 pero llegué ayer (por el miércoles) y no pudo ser por problemas que me pasaron en mi tierra», relató el senegalés.

El jugador habló con posterioridad sobre su recuperación y sobre los plazo previstos en la misma. Al respecto, tras indicar en un principio que no había plazos, señaló que se marcaba un plazo de 15 días para regresar al grupo matizando con posterioridad que todo dependía de sus propias sensaciones y de la opinión de los médicos: ««No tengo ningún tiempo calculado y todo va a depender de mi mismo, de cómo va a ir evolucionando y ya volveré. Tengo la idea de un par de semanas pero ya veré lo que dice el médico».

El futbolista añadió después que su objetivo era regresar a los terrenos de juego en las mejores condiciones posibles y de ahí que ese margen de dos semanas pudiera ser algunos más en función de los consejos médicos. «Estoy diciendo un par de semanas pero el que tiene todo es el médico y yo confío mucho en él. Me va llevar muy bien de trabajo y si tengo que perder una semana la perderé para entrar en el campo bien, bien y hacerlo lo mejor posible», añadió Ibrahima quien se calificó como «optimista», por naturaleza por lo que tras acabar el 2010 peor de lo que hubiera deseado empieza el 2011 «con mucho ánimo y siempre con la cabeza encima de los hombros».

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