Día de batalla

 El Alcoraz, campo en el que juega el Huesca y que hoy pisará el Numancia, debe su nombre a una batalla que en las inmediaciones del mismo tuvo lugar en el siglo XI cuando los reyes cristianos luchaban por expulsar de la Península a los musulmanes. Desde entonces ha llovido mucho pero ello no evitará que el Numancia libre hoy su particular batalla por conseguir los tres puntos del municipal oscense. 

Y es que el conjunto que dirige Pablo Machín tiene hoy una de sus últimas oportunidades, quizás la última, de engancharse a una zona de promoción a la que le ha estado haciendo la goma durante mucho tiempo. De nuevo, como ocurrió hace 15 días en Las Palmas, los sorianos no tienen nada que perder. Una derrota implicaría, posiblemente, alejarse un poco más de esa zona noble mientras que una victoria, en el peor de los casos, le seguiría dejando a seis puntos de la promoción. La temporada, con la permanencia en el bolsillo desde hace tiempo, seguiría siendo buena aunque un tanto aburrida hasta el mes de junio.

El encuentro tiene pocas similitudes respecto al jugado hace 15 días en Las Palmas. Es cierto que al Huesca le va mucho en el envite, la permanencia en la categoría, pero no menos que un conjunto rojillo cuya afición no pierde la ilusión. El Numancia ha visitado en dos ocasiones El Alcoraz y en ninguna acabó consiguiendo la victoria aunque, por números, el Huesca no es precisamente el mejor local de la competición, donde ha ganado cinco encuentros esta temporada y perdido otros cinco. 

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