Del sueño a la pesadilla

El sueño de acercarse a tres puntos de la promoción de ascenso se convirtió en pesadilla para un C.D. Numancia que, después de la amarga derrota de ayer ante el Racing de Santander, deja tener opciones de luchar por la sexta plaza a falta de dos jornadas para el final de la Liga. Fue un nuevo fiasco y una nueva decepción de un equipo rojillo que no hizo nada más que confirmar que en los momentos decisivos no sabe o no puede dar la talla. Ayer, el Racing de Santander, un conjunto que se jugaba la vida y que con su victoria sale de los puestos de descenso, fue mejor y puso todo lo que hay que poner sobre el césped para hacerse acreedor a los tres puntos. El Numancia comenzó bien, pero fue a menos para acabar hincando la rodilla con un dibujo en el que el central Juanma jugó los últimos veinte minutos como delantero centro.

Anquela iba a repetir el once inicial de Lugo con la única novedad de Dani Calvo en el centro de la zaga para suplir al sancionado Regalón. El Numancia arrancó el partido con fuerza y con intensidad para meter al Racing en su propio campo. Julio Álvarez, Isidoro e Íñigo Pérez lo intentaban en los primeros compases del choque y el cuadro cántabro bastante hacía con campear el temporal que se le estaba viniendo encima. Pero este primer cuarto de hora iba a ser un espejismo ya que el gol del Racing iba a dejar muy tocados a los sorianos.

No se había cumplido el minuto 20 cuando un balón en la frontal del área numantina era recogido por Quique que libre de marca y ante la pasividad de la defensa local se revolvía para batir a Munir de un disparo raso pegado al palo derecho. Fue un jarro de agua fría para todos menos para los cerca de 300 seguidores racinguistas que se dieron cita en la grada de Los Pajaritos.

El 0-1 dejó maduro a un Numancia que en el tiempo que restaba antes de llegar al descanso apenas puso en complicaciones al meta Germán. Incluso el Racing pudo poner tierra de por medio con el 0-2 pero Concha se entretuvo demasiado y ello permitía taponar su remate a la defensa local.

El conjunto rojillo necesitaba recomponerse del golpe y afrontaba la reanudación con ganas de neutralizar la renta visitante. Natalio, que no fue no sombra del jugador que actuó en el Antxo Carro de Lugo, Vicente, el más incisivo de los sorianos ayer, y Julio Álvarez pusieron cerco a la portería racinguista en unos minutos en los que parecía que el empate no iba a tardar en llegar.

Nada más lejos de lo que iba a ser la realidad de un partido que se torcía definitivamente para el Numancia en el minuto 60. Kader, que acababa de entrar al terreno de juego en sustitución de Isidoro, se convertía en aliado de los cántabros con un penalti inocente después de una pérdida de balón. El lateral rojillo trababa a Álvaro en la línea de fondo y la correspondiente pena máxima la transformaba Quique para convertirse en el goleador de la tarde por partida doble.

Con el 0-2 en contra, Anquela fue a la desesperada al quitar a Dani Calvo para dar entrada a Del Pino y ubicar a Juanma en la delantera. El Numancia se la jugaba y pasaba a una línea de tres con Kader, Pedraza y Luis Valcarce. Pero ni por esas. Estuvo más cerca el 0-3 con contras muy peligrosas de los santanderinos que el 1-2. El partido estaba perdido y sólo quedaba esperar al pitido final. Sólo los arreones de Vicente y las ganas del impetuoso y reconvertido Juanma llevaron cierto peligro al marco visitante. Los puntos habían volado de Los Pajaritos y el Numancia se quedaba sin ninguna opción de pelear por ser sexto. Una tarde con nuevos sinsabores para un Numancia que está pidiendo a gritos el final de la temporada.